Es la romana, la cuna de Miguel de Cervantes. El premio literario más importante de la lengua castellana se entrega aquí, en una ciudad por cuyas calles todavía parecen caminar Quevedo, Lope y otros maestros del Siglo de Oro de la literatura española.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Alcalá de Henares cuenta con uno de los legados histórico-culturales más importantes no solo de la Comunidad de Madrid, sino de toda España. La ciudad intelectual renacentista diseñada por el Cardenal Cisneros es puro arte, pura literatura.
El traslado de la universidad a Madrid (siglo XIX) supuso un serio descalabro económico y cultural para la villa al perder el carácter estudiantil que le daba vida. No obstante, su proximidad y sus buenas comunicaciones reclamaron la atención de la industria y Alcalá conoció una etapa de prosperidad.
La historia de Alcalá de Henares
La prehistoria de la comarca viene representada por la ocupación de la cueva de los Gigantones (cultura de las Cuevas) y los hallazgos hallstáttticos del cerro del Viso. El emperador romano Trajano la engrandeció para convertirla en sede de catorce legiones.
Alfonso XI, en 1348, convocó en la villa a las cortes, que dieron fuerza de ley a las Partidas y proclamaron el cuerpo jurídico denominado Ordenamiento de Alcalá. En 1390 murió en ella el rey Juan I y en 1405 Enrique III recibió en la ciudad a los embajadores de Tamerlán.
Solo hay que acercarse hasta el colegio de San Ildefonso para entenderlo. Es su monumento más destacado, sede del Rectorado, construido en estilo mudéjar, primero en ladrillo, y después, en la época de Carlos I, en piedra por el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón.
Obra de Pedro Gumiel, el colegio estaba rodeado de otras siete instituciones docentes, un hospital universitario y varias residencias de estudiantes. En el año 1543 se rediseñó completamente con piedra de Tamajón.
Su fachada es plateresca, igual que la catedral del paraninfo de la Universidad, donde, cada año, tiene lugar la entrega del Premio Cervantes. A la iglesia magistral, todo un símbolo en Alcalá de Henares, se accede dando un paseo por la calle Mayor, ahora peatonal.
Una universidad de prestigio
Cuatro medallones de los máximos doctores de la Iglesia adornan las ventanas bajas. La balaustrada presenta corona de agujas góticas, y rodea tres partes de la fachada el cordón de San Francisco.
En el centro, la puerta muestra columnas platerescas y corintias adosadas a los lados y cuatro guerreros y escudos de Cisneros embellecen el balcón. El tercer cuerpo tiene un gran escudo imperial con las columnas de Hércules.
En torno a este templo se creó, durante la Edad Media, la ciudad, con otros muchos edificios de interés, como el Palacio Arzobispal, el Convento de la Madre de Dios, el Monasterio de las Bernardas y el Convento de San Bernardo.
Un paseo por Alcalá de Henares
Junto a la universidad se alzan los colegios de Santa Catalina, San Pedro y del Rey, el último fundado por Felipe II para atender la educación de los hijos de su servidumbre.
En la calle de los Colegios, una de las más importantes de la ciudad, se encuentran los colegios-conventos de Santo Tomás, San Agustín, de Málaga y el San Basilio Magno, fundado en 1660.
Desde la universidad, por las calles de Santa Úrsula y de Escritorios, se llega a la iglesia Magistral, la única con este título de España. El templo se alza sobre el solar donde supuestamente fueron degollados los niños Justo y Pastor (siglo III).
Muchos personajes ilustres dejaron su huella en Alcalá de Henares . Para seguirlas, solo hay que visitar la Casa de la Entrevista, donde los Reyes Católicos recibieron a Colón para que les explicase su proyecto de viaje a las Indias, y la Casa de Cervantes, en la calle Mayor, que reconstruye una vivienda del siglo XVI. El espíritu del autor del Quijote lo impregna todo en Alcalá.
El príncipe de los ingenios, el manco de Lepanto. Hombre de pluma, hombre de espada. Soldado y escritor, el autor de la que fue la primera novela moderna, el mayor tesoro de la literatura, ve en este 2016 cómo se cumplen los 400 años de su muerte. Miguel de Cervantes se asoma al balcón de la historia de El Abrazo del Oso. Un programa de recomendable escucha.
Soy periodista y experto universitario en protocolo. He trabajado en diferentes medios de comunicación como 20 minutos, Las Provincias o Diario 16. Ahora ejerzo labores de community manager, colaboro en blogs y publicaciones digitales. Autor del libro 'Eso no estaba en mi libro de Historia de Roma'.