Jesús Rojano, alcalde de Baena. Ana Dolores rubia, alcaldesa de Peal de Becerro.
En las últimas elecciones han sido elegidos alcaldes y presidentes de comunidades que cobrarán lo mismo que antes, otros que cobrarán muchos menos y algunos que cobrarán mucha más. Entre estos últimos, el alcalde socialista de Baena, Jesús Rojano quien consiguiera una mayoría histórica para el PSOE (12 concejales frente a los 4 de IU y PP, respectivamente, y 1 de Ciudadanos). A pesar de escándalos como el de una trama de facturas falsas con las que personal de confianza del alcalde anterior (2007-2011)se pulieron miles de euros en el Milady Palace, un conocido burdel de lujo de Marbella, Rojano consiguió recuperar la confianza de su municipio, decidiendo, ante el asombro de no pocos, subirse el sueldo casi un 20% (8.000 euros brutos). Y, con una deuda del Ayuntamiento cercana a los 13 millones de euros, se aferra a la ley, que no a la moralidad, elevando su sueldo cerca de 3.000 netos al mes. Jesús Rojano ganará, pues, 9.000 euros más que la alcaldesa de Madrid, aunque mantiene que cobrará 110 euros menos que en el anterior mandato. Y se llevará 17.000 euros más que Ada Colau, la alcaldesa de Barcelona
No en vano, en su sesión de investidura, Rojano hablaba de establecer“las necesidades más urgentes”. Y se subió no sólo su sueldo, una de las primeras medidas adoptadas… sino también el de sus tres tenientes de alcalde, puesto que la primera ganará 53.800 euros, el segundo 42.000 y el tercero 40.000. Con esta medida, Rojano decepciona no sólo a su municipio, sino a su propio partido,el PSOE. Con la reforma de la Administración local, el sueldo máximo de un alcalde de un municipio entre 10.001 y 20.000 habitantes debe de ser de 50.000 euros. Baena tiene, según el INE, 20.207 habitantes y son precisamente esas 207 personas las que han permitido a Rojano saltar al siguiente tramo de la tabla que fija el tope en 55.000 euros.
Pero Jesús Rojano no es el único en apuntarse a las subidas salariales. Su compañera en el partido socialista, Ana Dolores Rubia, alcaldesa de la localidad jienense de Peal de Becerro, también creyó conveniente actualizar su nómina. Y, de cobrar 28.197 euros de retribución anual bruta, según Vozpópuli, pasará a cobrar 35.397, un aumento de 7.200 euros que supone un 25 % más de lo que cobraba previamente. Su nuevo sueldo, en una ciudad con poco más de 5.000 habitantes como Peal de Becerro, está a la altura de otros como el de Ada Colau, en Barcelona, una ciudad con más de un millón y medio de personas. Y, de paso, decide subirle el sueldo a un concejal, Carlos Anguis quien, si antes cobraba 17.657 euros con dedicación exclusiva, ahora pasará a 22.421 euros, con reducción de horarios. Una medida conseguida en contra de la oposición.
“El pueblo –sostiene Felipe Moreno, de la agrupación Unidos por Peal– tiene una deuda no muy elevada, alrededor de 600.000 euros, pero la indignación no es porque se haya subido su sueldo, sino porque, durante la campaña electoral, argumentaba que los salarios de la corporación no llegaban a 3.000 euros y ahora, entre los dos, van a pasar de 4.000 euros”. Rubia es alcaldesa desde la mitad de la anterior legislatura y, en el pleno que aprobó las subidas, no concedió una segunda intervención a la oposición. “Cuando hay algún tema controvertido intenta cerrar el debate”, acusa Felipe Moreno. “Hay que dignificar las profesiones”, se explica Rubia para justificar la subida de salarios. No voy a retroceder en las conquistas laborales de los trabajadores, ni en los salarios dignos. Ahí no me van a encontrar”.