Revista Cultura y Ocio

Alda merini

Publicado el 22 junio 2010 por Hache

ALDA MERINI
Este es otro de esos libros que tenía sin leer desde hace ni se sabe y al leermelo este fin de semana he alucinado con algunos poemas.
Dice Jeannette L. Clariond en la nota previa que "la locura, más todavía, el tránsito de la locura, es privilegio de algunos", que "hay quienes opinan que se vincula con una negación de la realidad; otros, con un exceso de la misma". Pues de ese tránsito sucedido en Villa Fiorita (manicomio en las afueras de Milán) surgen poemas como estos que pueden leer aquí.
xxxxx2
El manicomio es una inmensa caja
xxxxxxxxxxxxxxxxxxxde resonancia
donde el delirio deviene eco
el anonimato medida,
el manicomio es el Monte Sinaí,
maldito, en el cual recibes
las tablas de una ley
por los hombres ignorada.
xxxxx24
Segura estoy de que ya nada sofocará mis rimas,
xxencerré por años el silencio en la garganta
xxxxxcomo una red para el sacrificio,
xxxxxxxxxxpor tanto ha llegado el momento de cantar
xxxxxexequias al pasado.
xxxxx34
Tenemos nuestras noches insomnes...
Los poetas claman por la verdad,
podrían ser dictadores
y también quizá profetas,
¿por qué debemos aplastarlos
contra un muro incandescente?
Mas los poetas son inermes,
álgebra dulce de nuestro destino.
xxxxxxxTienen un cuerpo para todos
xxxxxxxy una memoria universal,
xxxxxxx¿por qué debemos extirparlos
xxxxxxxcomo se arranca la mala hierba?
Tenemos nuestras noches de insomnio,
las mil fatigosas ruinas
y la palidez de éxtasis nocturnos,
tenemos muñecas de fuego
así como Copelia
y tenemos seres hinchados de mal
que nos infectan el corazón y los riñones
porque no nos rendimos...
Dejémoslos con su lenguaje, ejemplo
de su vivir desnudo,
nos sostendrá hasta el fin del mundo
cuando tomen las trompetas
y las hagan sonar para nosotros.
xxxxx36
Otra vez sin color la mañana,
una mañana desbordante y plena
como un membrillo,
como el granado de Dios,
una mañana con olor a helechos
y a galopes en los bosques,
pero no habrá ni helechos
ni caballos estallando en luz,
esta dulce mañana
llevará en la frente el sello
de mis decadencias...
Merini, Alda. 2002. La tierra santa. Valencia, Ed. Pre-textos.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Hache 6 veces
compartido
ver su perfil
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta