No pudimos ir a las dos aldeas, pero aprovechamos para hacer una visita a Shirakawa-go en nuestra ruta de Kanazawa a Takayama, con lo que nos dimos por satisfechos.
Durante siglos fue una zona incomunicada y se abrió en el siglo VIII como centro espiritual. No fue hasta el siglo XVI, durante el período Edo, en que Shirakawago empezó a desarrollarse.
Debido a las características montañosas del terreno, la agricultura era muy pobre y de escasa rentabilidad, por lo que se especializaron en otro tipo de actividades, especialmente en la producción de pólvora (gracias al suelo rico en nitrato de calcio) y en el aprovechamiento de los árboles Morus Alba, las conocidas moreras, de las que se aprovechaban sus hojas tanto para hacer papel como para alimentar a los gusanos de seda, una de sus más importantes actividades económicas que perduró hasta los años 70 del siglo pasado.
CÓMO LLEGAR
Los desplazamientos los hicimos en autobús y aunque la frecuencia es bastante elevada, hay que tener en cuenta que es un destino muy concurrido, especialmente en fines de semana, por lo que recomiendo reservar con uno o dos días de antelación. Nosotros así lo hicimos, reservando un par de días antes el bus de Kanazawa a Shirakawa-go y de Shirakawa-go a Takayama.La ruta está operada por la compañía Nohi bus y aquí podréis encontrar los horarios actualizados desde diferentes ciudades.
Otra opción es apuntarse a algún tour organizado. El inconveniente es que suelen ser excursiones de medio día y si os gusta disfrutar sin prisas, lo veo un poco justo.
Tiempo de trayecto:
De Kanazawa a Shirakawa-go tardamos 1h 15min.De Shirakawa-go a Takayama tardamos 55 minutos.
DÓNDE DORMIR
Si decidís quedaros en el pueblo, será una buena idea ya que tendréis a vuestra disposición varios alojamientos habilitados en casas tradicionales.
Si no os quedáis a dormir en Shirakawa-go como fue nuestro caso, se puede dejar el equipaje en las taquillas de la terminal de autobuses.
QUÉ VER EN SHIRAKAWA-GO
Viajar a Shirakawa-go es como hacer un viaje en el tiempo. Es un lugar encantador, situado en un valle rodeado de montañas cubiertas de bosque.
Es conocido por las típicas construcciones (junto con Gokayama) del estilo llamado gassho-zukuri. Ogimachi es el pueblo más grande de la zona de Shirakawa-go y donde se concentran mayor número de casas tradicionales.Cerca de la parada de bus se encuentra la Oficina de Turismo, donde os facilitarán un mapa como éste o similar:
Se puede visitar el interior de algunas casas gassho, algunas de ellas todavía habitadas y otras que se exhiben como museo.
En nuestro caso, visitamos dos de ellas: la Casa Wada-ke, la más grande de Shirakawa-go y la Casa Myozenji-ke.EL ESTILO GASSHO-ZUKURI:
El nombre gassho-zukuri significa manos unidas en oración y es debido a la forma del tejado de su peculiar estilo arquitectónico. El techo está muy inclinado formando prácticamente un triángulo equilátero que evita la acumulación de nieve la cual humedecería los materiales y provocaría su rápido deterioro.
En la fachada frontal las ventanas están colocadas de forma simétrica y habitualmente cubiertas con pantallas de papel. Se accede al interior por una fachada lateral.
Aproximadamente cada 40 años, se hace el mantenimiento del tejado de las casas. Se hace por turnos de tal manera que cada año se reparan tres o cuatro tejados y es un trabajo en el que participa todo el pueblo.
El interior está generalmente dividido en dos secciones, un suelo de tierra compacta llamado doma y un suelo elevado unos 50cm sobre la doma cubierto de esterillas de tatami, llamado mushiro.
La calefacción central se basa en una plataforma elevada sobre el fuego que difunde el calor y el humo por toda la casa, éste con la finalidad de alejar roedores e insectos.De todas formas, la forma de tejado alto y de vértice acusado es también una manera de dirigir el humo ya que las casas carecen de chimenea. El humo que asciende hasta la parte más elevada de la casa ennegrece la paja que hay que renovar con frecuencia.
Hay que tener en cuenta que todos los materiales que intervienen en su construcción son altamente inflamables, por lo que el fuego se concentra sobre una superficie de arena llamada irori, que se utiliza también para cocinar.
CASA WADA-KE
Se trata de la casa más grande de Shirakawa-go y perteneció a una rica familia de comerciantes. En la parte superior, bajo el tejado se encuentran todos los utensilios necesarios para la cría de los gusanos y elaboración de la seda.
CASA MYOZENJI-KE
Se encuentra junto al templo del mismo nombre que comunica con la casa a través de una puerta interior. Es un templo poco habitual por tener el tejado de paja.
En la parte superior podemos ver muchos utensilios antiguos del campo así como una buena colección de fotos antiguas que ilustran la utilidad de cada una de las herramientas.En la planta baja y a pesar de encontrarnos en pleno verano, el fuego estaba encendido y el humo invadía todas las estancias.Otras casas que se pueden visitar son la CASA KANDA-KE, una de las mejor conservadas y la CASA NAGASE-KE, perteneciente a una familia de médicos.
SANTUARIO HACHIMAN JINJA
Es donde se encuentra el dios protector de la aldea. Se trata de un santuario sintoista centro de la celebración anual del festival conocido como Doburoku-matsuri, siendo el doburoku una bebida alcohólica de arroz fermentado parecido al sake. Hay que decir que este festival no es exclusivo de Shirakawa-go, ya que se realiza en diferentes ciudades del país.El paisaje desde el mirador es increíble y se puede ver como todas las casas están orientadas de forma paralela al sentido del valle para evitar la resistencia del viento.
Nosotros estuvimos en el mes de junio, cuando las primeras lluvias tiñen el valle de color verde. De todas formas, cualquier época debe tener su encanto. Puedo imaginar las tonalidades ocres en otoño o el manto blanco en invierno, cubierto todo de nieve.
MUSEO GASSHO ZUKURI MINKAEN
Se trata de un museo al aire libre que se extiende junto al río.Para acceder hasta él, debemos volver a cruzar el río por el puente Deai-bashi y lo encontraremos muy cerca de la estación de autobuses.Consta de unas 25 casas que estaban abandonadas y se trasladaron hasta aquí desde diferentes puntos del valle con la finalidad de preservarlas.Nos gustó mucho la visita, ya que pudimos ver más ejemplos de casas gassho y en algunas de ellas incluso se realizaban demostraciones de distintas técnicas artesanales típicas de la región.
A pesar de ser una reconstrucción artificial da la sensación de estar paseando por un pueblo auténtico, con su templo, una granja o un almacén de carbón.