La expresión "alea iacta est" indica un punto de no retorno, una decisión tras de la cual sólo queda esperar las consecuencias, sin poder hacer nada para predecirlas, tampoco y aún menos prevenirlas.
Al cruzar el río Rubicón con sus tropas, algo que los generales tenían prohibido, César desafiaba las órdenes del Senado, convirtiéndose en enemigo de la República.
Tras cruzar la frontera que suponía este río Julio César diría (si es que en realidad lo dijo), lo que en castellano viene a ser "La suerte está echada".
Este paso supondría la guerra civil, el principio del fin del SPQR y la proclamación del imperio, un punto de enorme trascendencia para la historia, que resultará difícil de entender si visualizamos lo que dejó de ser río, para convertirse en un caudal de apenas unos centímetros de agua, que fluye, con demasiada pereza y a muy duras penas, hasta ser el riachuelo que cruza bajo un puente rural, de tercera regional.
¿Culpa del paso de los años? ¿del cambio climático?... Tanto da, pero creed si os digo que se me cayeron los palos del sombrajo cuando alcancé a entender lo que la historia es capaz de desfigurar, en este caso de magnificar las cosas...