La ciudad pullesa de Martina Franca conserva un espléndido recinto medieval con sus puertas, palacios, iglesias y monasterios donde domina el esplendor barroco. Destaca la enorme silueta del Palacio Ducal donde hoy se encuentra la municipalidad y que mantiene visitables los salones decorados del siglo XVIII.
La sala más lujosa está dedicada a la Arcadia y fue pintada en 1776 por Domingo Carella. Los frescos laterales son grandes escenas galantes en jardines y el techo es un gran fresco mitológico con Mercurio como dominante.

En las cuatro esquinas hay alegorías a la pintura, poesía, música y la ciencia matemática en grisalla. La última escena muestra la enseñanza de la geometría a un joven y detrás la musa de la astronomía con compás y catalejo. El maestro porta un compás y una esfera armilar descansa en el lateral.

En el gran fresco del techo también aparece gloriosa la musa Urania con un compás y una esfera. En la Arcadia y en el Olimpo no debe faltar la matemática.
