Revista Decoración
El amarillo es el color del verano y del sol. Está asociado con la sabiduría y la más alta comprensión intuitiva, representa la perfección espiritual, la paz y el descanso. Este color en cuanto a lo que se refiere a la salud, estimula las facultades mentales de la persona a la que se aplica. Puede ser muy útil en casos de depresión, ya que ayuda a despertar el entusiasmo por la vida y aporta una mayor confianza y optimismo.
Estos duros días de invierno, cortos y fríos, nos producen tristeza, melancolía y depresión, una buena manera de alegrarnos es colocar flores amarillas dentro de casa.
Por su puesto podemos recurrir a las flores amarillas cortadas, pero si queremos tener alguna planta que pueda florecer ahora mismo, podemos recurrir a los narcisos amarillos y si tenemos alguna jardinera en el balcón o queremos plantar alguna flor amarilla en el jardín, los pensamientos amarillos son ideales para estas fechas.
Otra forma de introducir el color amarillo dentro de casa, es crear centros utilizando limones. Nos aportaran la frescura y la tranquilidad que nos va a proporcionar el color y el contacto con la naturaleza que nos aportaran los limones. Si nos encontramos melancólicos y faltos de fuerza, ya sabemos que hay formas interesantes de estimular nuestro entorno y conseguir animarnos, sin necesidad de recurrir a determinados fármacos, por su puesto que un buen café y una buena compañía también ayuda.