Bueno, con más notas conocidas, solo puedo decir que el año pinta bastante bien, mejor dicho, el cuatrimestre… a ver si la cosa sigue así, quizás de la sorpresa en septiembre.
El calor sigue, tras las tormenta de ayer parece que no bajan las temperaturas, un horror, más siendo como soy, que a la mínima estoy sudando… Menos mal que ya falta poco para terminar el curso, para volver a clímas húmedos (que no barrios), con su playa, con sus cervecitas, con su brisa marina… Porque si hay algo que necesito con más de 19º es, precisamente, eso: refrigeración no forzada. Así pues, empiezo a preparar mi mente y mi cuerpo para que ejerzan su función de máquina térmica para el intercambio de calor con el medio que lo rodea (ya empiezo a preparar los términos olvidados de una tal ITE, compañera inseparable para este verano).
Sólo unos pocos días más y, luego, vacaciones.
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