Revista Cultura y Ocio
Me baño en las páginas de Alegría de nadadoras, un conjunto de conversaciones que Marisa López Soria construye entre una anciana (Fabia) y su nieta (Marisa), alrededor de varios temas, como el machismo (qué divertido, y qué patético, y qué revelador es el primer relato, en el que se nos habla de una mujer que, harta de su marido, encuentra por fin a un gran tipo, que la hace muy feliz y que le hace descubrir una vida plena. La sorpresa es que se trata de un pingüino, en plena Antártida), la misoginia de algunos renombrados filósofos (del polaco o alemán Arthur Schopenhauer se dice que fue “un triste en definitiva, que es lo peor que uno puede ser en esta vida”, p.19), la inanidad de los test de inteligencia o el fenómeno del exhibicionismo, que es contemplado desde un punto de vista antropológico.Ternura, ironías, reflexiones sabias y una prosa que no deja ni un solo resquicio para el aburrimiento son los mejores atributos del volumen.