Revista Libros
Distantes en dos universos que jamás llegaran a encontrarse.
Hoy tus ojos verdes viven en mi recuerdo.
Atrás han quedado mis desvelos para llegar a ti.
No sirvió de nada todo aquel desvelo.
Ahora sé que jamás llegare a tu corazón, tu alma es un alambre de espinos.
Nada va a cambiar, tus ojos y los míos no volverán a encontrarse.
Busque tu abrazo, solo hubo un silencio frio como un mármol.
Jamás volveré a tras tus pasos, tu boca de fresa es inalcanzable.
Aprendí que las panteras son indómitas.
Aprendí que jamás llegare a tu corazón.
No volveré a soñar en el mar de tus ojos.
El recuerdo se perderá en mi memoria para siempre.
Tú trazaste un sendero en el que no puedo caminar, para que esperar si no has de regresar.
Los ojos verdes de pantera y la fresa de su boca no son para mí.
En mi corazón vuelve a llover.
No he de retornar.
Olvidaras todos mis esfuerzos, se difuminaran como un una gota de agua en el mar.
Todo lo que hice nada valiosillo se tu nombre poco premio para tanto desvelo.
El reloj marca el camino del adiós, el camino hacia tu corazón, no es para mí.
He de aprender que jamás te alcanzare y jamás estaré entre tus brazos, solo soy un sueño pequeño, ahora todo cambio mi alma voló lejos de ti, jamás me encontraras.
Todo quedo atrás
Distantes como dos astros que jamás se tocan.
Todo se borrara.
Todo desparecerá y seré un recuerdo más.