Pregunto por Alejandro Diez Riol. En Polentinos le recuerdan bien. Creo que muchos montañeros se han enterado de que hubo un tiempo en el que se hizo famosa la cordada de los faquires. Yo estuve comiendo con él y con mi editor en el bar Pacho de Cervera en una de las ferias de finales de julio hace seis años. Y creo que puedo y debo recordarlo en la tercera del Diario ahora que acaba de dejarnos en esta montaña a la que hizo suya para siempre.
Alejandro Diez Riol, que con 17 años tomó parte en el Campeonato Nacional de Montaña en Gredos, contaba de qué manera se prometió vivir en aquella tierra de la que hablaba Juan Díaz Caneja en “Josef el Santero”.
Lo cuenta muy bien Miguel Ruiz Ausín, en el Club de Montaña Espigüete: cómo consigue el título de Guía el año 1952 en el Campeonato Nacional Fuentes del Esla, cómo nace el Primer Campeonato Provincial de Alta Montaña en Cardaño de Arriba en 1953, cuando no existía carretera para llegar al pueblo y de qué manera nos va mostrando las altas cumbres palentinas quien luego fuera maestro de Polentinos y alcalde de Cervera.
Polentinos fue su primer destino, punto de partida de muchas escaladas en solitario al pico Curavacas.
La Horcada, el valle de Pineda, la Huerta Grande, la Senda del Notario, la Brecha Muerta, son nombres habituales en el equipaje de este maestro que nos enseñó a amar la montaña, siendo muchos los montañeros que hicieron de Polentinos su punto de encuentro.
Con el club de Montañeros de Aragón abre nuevas vías en los Mallos de Riglos y corona el Aneto (3404 m). Su estancia en Aragón le sirve para ampliar conocimientos y equiparse. Pero su mente está puesta en la montaña que le enamoró de joven y con nuevos bríos realiza la primera ascensión invernal a la cara norte del Curavacas el 5 de febrero de 1955 con Mario Herreros y Felicísimo Cisneros, compañeros con los que compartiría muchas ascensiones. Travesía de la Sierra de Peñalabra y Valdecebollas, en solitario el día 19 de abril de 1955.
Vía Diagonal de la cara Nordeste del Curavacas, el día 5 de junio de 1955, vía ésta en la que en Abril de 1957, encontraron la muerte sus compañeros, con los que formaba la famosa “cordada de los faquires” y que les contaré en la próxima entrega. DEP