Sigue más abajo la segunda parte (ver aquí la primera parte) de la entrevista de Juan Bosco Martín Algarra con Alejandro Llano, también publicada inicialmente hace unas semanas. Por si algo ha escapado a algún lector habitual, aquí está [las cursivas negritas son mías]:
EL LATÍN Y LAS OVEJAS CHURRAS
Usted ha sido profesor durante más de 40 años. ¿Cómo percibe la evolución del nivel académico de los estudiantes?
El bajón cultural ha sido impresionante. La descentralización de la educación ha resultado una medida patética. Me contaron de un profesor de Letras que preguntó a sus alumnos madrileños sobre la isla de Rodas. Nadie sabía dónde estaba. Pero sí sabían distinguir entre las ovejas churras y merinas, y conocían cuáles eran las cañadas de la Comunidad de Madrid... esto es un atentado.
Cuando usted daba clases ¿no había antologías del disparate similares?
En los últimos años que impartí clases de Filosofía me encontraba huecos formativos terribles. Por ejemplo, no podía pronunciar una palabra en latín o griego. Los alumnos no sabían de dónde venían esos términos. Puedes decir algunas cosas en inglés, idioma que interesa poco desde el punto de vista cultural; no así comercial.
Quizá el error sea identificar el latín sólo con los romanos o con la religión.
Sí, porque el latín se usó en el mundo de la cultura hasta bien entrado el siglo XIX. En cuanto termine esta entrevista comienzo un seminario sobre Kepler. Muchos no entienden qué interés tiene dedicar tiempo a Kepler, pero resulta interesantísimo conocer su búsqueda de la verdad acerca del movimiento de los planetas. Pues bien: este hombre sabía latín y griego por un tubo.
“EL GRAN FALLO DEL CATOLICISMO ESPAÑOL HA SIDO LA FORMACIÓN”
Usted ha sido rector de una universidad de la Iglesia Católica, la Universidad de Navarra. ¿Cómo ve el estado del cristianismo en nuestra sociedad?
La llama del cristianismo nunca se va a apagar, pero bien es cierto que ahora se encuentra algo apocado. Está encerrado en sus propios límites, a menos que se produzca un evento como la JMJ, con todas sus manifestaciones lúdicas, además de espirituales. El clero secular joven parece más disciplinado y ortodoxo que el veterano. Pero el gran problema en este aspecto está en la falta de vocaciones de las órdenes religiosas. Ellas tienen en sus manos buena parte del cristianismo, a través de sus colegios.
¿Cuál es la causa de este “apocamiento del cristianismo” al que usted menciona?
El gran fallo del catolicismo español ha sido la formación. Lo he escuchado de muchos obispos. Lamentan que después de dos años de catequesis los niños no sepan explicar algo tan simple como por qué hay que ir a misa todos los domingos. En las catequesis se hacen más razonamientos sociológicos que teológicos. Eso es un fallo y se está corrigiendo.
Las encuestas dicen que los obispos son poco apreciados entre la sociedad española.
Con todo mi respeto y aprecio a los obispos, debo decir que yo me explico que sea así: mantienen un tipo de discurso muy críptico, poco inteligible, y sólo aparecen cuando tienen que prohibir una cosa. Y cuando llegan los problemas más populares... no comparecen. O al menos la gente no se entera de que han comparecido.
Se supone que el obispo se debe preocupar por la doctrina, más que por su imagen...
Pero la gente debe saber que, además de dar doctrina, los obispos también ayudan en el comedor de Cáritas, o que organizan los voluntarios que ayudan a paliar una catástrofe. Es bueno que también los vean allí. Quizá ellos temen ser acusados de “populistas” si hacen eso, pero en esta vida también hay que parecer, además de ser. La mayoría de los obispos todavía se presentan de una manera demasiado distante...
LOS “CRISTIANOS ANÓNIMOS” COMO FERNANDO SAVATER
A pesar de todo, la sensibilidad moral de la sociedad es cristiana. Quizá de ahí provenga la persistente crítica a quienes tienen algo de poder: políticos, empresarios, obispos...
Efectivamente, es así. Eso se nota también en la gente aparentemente más contraria a la Iglesia. Incluso cuando lees a Fernando Savater te das cuenta de que se trata de una especie de “cristiano anónimo”. Es curioso: a algunos, cuando se hacen mayores, les sale lo que llevan dentro.
¿Qué es “lo cristiano” que tiene dentro el español?
Que no hay que que hacer daño, que la vida humana tiene un valor inmenso, que no hay que mentir, ni robar, que hay que fustigar al fariseísmo... el español tiene un sentido piadoso de la vida. Es un país muy cristiano no sólo en su aspecto cultural, también en el ético o cívico. Eso está muy bien, siempre que no derive al fundamentalismo.
FUNDAMENTALISMO VS. GRANDEZA CRISTIANA
¿Hay fundamentalismo cristiano?
Hay actitudes ultraconservadoras, como las que reflejan aquellos que centran todo su cristianismo en la lucha contra el aborto. Estoy totalmente en contra del aborto, pero cuando te dedicas exclusivamente a polemizar sobre este tema, te agotas frente a posturas de las cuales no se puede sacar mucho. Terminas igual que empezaste.
Se logra más a través de vías positivas o culturales, mostrando la grandeza del cristianismo, de su tradición y su bondad intrínseca. Lo vemos en autores como Edith Stein, San Agustín o San Justino, el primero de los padres apologistas.
¿Por qué cree que el diablo es conservador, como usted ha escrito en un libro?
Porque aquellos que unen el enriquecimiento rápido y la moral formal hacen más daño que bien, y esto ocurre con buena parte de la derecha y de los católicos españoles. Obama es abortista, sí, pero los otros provocan también muchos abortos. Conocí a una cubana que decía: : “lo más grave de Fidel no es que haya traído el comunismo, sino que permita a los negros bañarse en la misma playa que los blancos”. Claro, así te puedes figurar por qué yo apoyaba a Fidel Castro... hasta que mató a un amigo mío cubano, el mismo que años atrás me había hecho simpatizante del castrismo.El diablo trata de convencernos de que las cosas no pueden cambiar. Pero él sí trata de cambiar las cosas... para mal.
Y nuestro ángel de la guarda nos dice lo contrario.