Alejandro Sanz

Sí ríete, pero de mayor
voy a ser millonario
 y no voy a pagar impuestos

Alejandro Sánchez Pizarro de nombre artístico Alejandro Sanz, es un músico, cantante de voz estropajosa, tuitero y compositor de grandes éxitos para olvidar que pide que no descarguen su mierda de música pero vive en Miami para no pagar impuestos.
Es el arquetipo de cantante tierno que empieza emocionando a fans adolescentes a las que les falta un hervor y acaba siendo admirado por sus abuelas, con un vacío generacional intermedio más profundo que sus letras.
Siempre tuvo delirios de grandeza inversamente proporcionales a su más que discreto nivel cultural.
Ha dejado a un lado sus problemas de variaciones emotivas, adúlteras y/o volumétricas y ha despachado desde su refugio de Miami y desde su subvención canónica digital las mayores aberraciones discográficas de los últimos años.
Miles de fans treintañeras siguen perdiendo las bragas por él, lo cual hace perder la esperanza en la supervivencia de la raza humana.
Se ha convertido en un personaje comprometido con causas de índole humanitaria, lo que lo convierte en el Bono español. Cercano a los movimientos anticastristas de la Florida, lo que lo aleja de la progresía pseudocultural española,
Hoy en dia reniega de su pasado como "Alejandro Magno", cantante orquestero de muchas risas.
Biografía
Nació en Madrid. Cree fervientemente ser gaditano y todo el mundo le siguió el rollo. 
Su pasión por la música y vivir sin trabajar empezó a muy temprana edad. Aprendió a tocar la guitarra con 7 años y formó parte de dos grupos musicales. Su carrera comenzó con el más que pretencioso e histriónico nombre de Alejandro Magno a finales de los 80, al grabar el disco Los Chulos Son Pa' Cuidarlos a los 20 años.
En la portada, aparece ataviado con un chaleco torero con chorreras. Pero la contraportada es aun peor, ya que luce un traje de luces bajo el que deja ver una camiseta estampada con un smiley. Este disco actualmente es difícil conseguirlo en tiendas, ya que la mayoría están a buen recaudo en el área 51.
Con su segundo disco (Vivir deprisa) despegó su carrera. Con el tercero (Si tu me miras) bajó un poco.
Fue con el tercero cuando por fin despegó su carrera.
Sus amoríos han dado mucho de qué hablar, empezando por el de Miguel Bosé.En esa época tuvo que ir al hospital por un desgarro anal de tamaño inconmensurable provocado por el mismo Miguel Bosé, Antonio Canales, y el mismísimo Constantino Romero. Para contrarrestrar esto, se casó con Jaydy Mitchell, aunque no llegó a colar nunca. Nisiquiera se casó de verdad. Una boda en Bali es como una ordenación sacerdotal en Pigalle. O sea, nada, cero al cociente.De ahí nació una hija de inmaculada concepción. O eso o la compró en el mercado negro. Después de eso se le acabó el contrato a ella y le dio la patada se divorció.
A finales de los 90 sacó Más y Con el alma al aire. Fueron lo ultimo decente que ha sacado. Desde entonces vive de las rentas, paga impuestos en Miami, los evade en Liechtenstein, tiene carnet de conducir de Gibraltar.
A partir de ahí ha tirado de colaboraciones con otros artistas para no desaparecer. Una incomprensible con The Corrs y Shakira.También se juntó con Alicia Keys para ese engendro y odiosa Looking for Paradise con ese cantar en inglés pseudoaflamencado. Que Keys se prestase a esa mierda es aún un misterio. 
Ocaso
Luego vinieron discos con menos repercusión más allá de la publicidad y promoción que se les dio. Entonces cargó contra los internautas, que por lo visto, pirateaban su música.Aquello le dio muy mala imagen y pasó a ser odiado por los internautas, es decir todos menos sus bots de Twitter.
Quizá en su empeño por defender la propiedad intelectual, se le olvidó cumplir con las obligaciones fiscales le falte tiempo para pagar al día liquidaciones y multas.
Luego sacó La Música No Se Toca. Lejos de hacer que se olvidasen de su polémica con su talibanismo pro SGAE le puso un título que lo que hizo es que le odiasen más.
Se gastó lo que le quedaba de dinero comprando Grammys latinos, así que tuvo que participar de jurado en La voz, ese concurso musical en el que participan concursantes y ninguno consigue repercusión musical.
Sigue sacando discos, pero cada vez vende menos y brotándole hijos en laboratorios. Es escucharlo y cambiar de emisora o de canal.