En un partido claro, sin juego brusco y jugado a alta velocidad el equipo europeo demostró ser más que el argentino. Muchísimas dudas en la defensa; falta de juego asociado entre los mediocampistas y los delanteros y escasez de jugadas netas de gol fueron el cóctel explosivo que dejó a la Selección Argentina con las manos vacías.
Quizás este mundial sea uno de los más contradictorios de la historia. Por un lado, clasificó a equipos inmerecidamente como Francia y a selecciones que no sabían que hacían en tierras de Mandela, como Grecia. Por el otro, demostró que los países tradicionalmente futboleros están en proceso de recambio, caso Inglaterra, Francia e Italia. Pero también demostró que los equipos sudamericanos podrían pelear los primeros lugares. La Selección nacional ingresó a la Copa del Mundo casi por la ventana, pidiendo permiso. Con derrotas patéticas como contra Bolivia o Brasil y con victorias cuasi milagrosas como contra Perú y Uruguay. Pero se clasificó y vinieron los "chupala", "la tenés adentro" y demás agravios a los detractores. De aquel 6-0 en la altura boliviana a este 4-0 contra Alemania pasaron muchos jugadores, partidos y esquemas futbolísticos. Es cierto que se vislumbraron ciertas mejorías, se encontró en Higuaín el 9 que escaceaba, por ejemplo. También, Maradona entendió que era necesario jugar ofensivamente, fiel al estilo argentino, por eso la inclusión de tres atacantes.Como se dijo mientras se jugaba la primera fase, el seleccionado nacional ganaba pero no terminaba de ensamblar sus partes. Siempre el desequilibrio individual (que no está mal que suceda) terminó siendo el arma principal. Por eso se espero por la apilada de Messi, la guapeza de Tevez o el aprovechamiento de Higuaín como en el gol a México. Pero Argentina nunca fue un equipo seguro defensivamente. Maradona no pudo demostrar dentro de la cancha cuál era su defensa y quienes sus defensores. Salvo la inclusión de Clemente Rodriguez, no se llevaron laterales (error también cometido por Pekerman en el 2006); razón por la cual se improvisó con Jonás Gutierrez y luego con Otamendi y la realidad demostró que Argentina fue muy vulnerable por el sector derecho. La inexperiencia como lateral de estos dos jugadores, determinaba que Demichelis saliese muy lejos de su posición y deje unas lagunas importantes. México y Alemania se aprovecharon de estas situaciones. El entrenador nunca encontró la defensa ni el medio campo. Como bien dijo Horacio Pagani, Maradona fue preso de sus palabras "Jonás siempre juega", "Mascherano +10", entre otras. Ciertas situaciones ameritaron cambios de jugadores y de tácticas, algunas llegaron, otras no.La salida de Verón del equipo y el ingreso de Maxi Rodriguez le dio al medio campo un poco más de marca pero perdió en tenencia del balón y juego asociado: el peor mal para Lionel Messi. No tener un socio futbolístico (como Xavi o Iniesta) le significó a Messi tener que generar sus jugadas muy lejos del arco perdiendo de esta manera la chance de definir las jugadas, al mejor estilo Barcelona. Las participaciones efímeras de Agüero y Pastore dieron lugar a creer que nacía un juego asociado entre players de buen pie, sólo quedó en una ilusión. Argentina terminó dentro de los 8 mejores del mundo. ¿Está mal? ¿Es poco? ¿Merece más? Las casualidades no existen. En los últimos mundiales la selección perdió siempre en la misma instancia (salvo el caso de Japón - Corea 2002). Algunos siguen insistiendo en la falta de preparación del equipo. Sin embargo, en esta oportunidad se contó con más de un mes de trabajo previo a la competición. En aquel tiempo no hubo amistosos ni entrenamientos a doble turno, todos dieron sus razones: cansancio y miedo a las lesiones. El equipo que jugó hoy contra Alemania no mereció pasar de ronda y acomodarse dentro de los 4 mejores. Pensando en el futuro, la materia prima está. Messi, Agüero, Di Maria, Pastore, Romero son una excelente base para armar los próximos equipos. Heinze, Gutierrez, Palermo (que tendrían que agradecerle a Maradona de por vida la inclusión en el plantel), entre otros cumplieron su ciclo. El llamado de defensores laterales que estén acostumbrados tanto a la marca como al juego ofensivo será vital. De aquí en adelante hay tiempo para las reflexiones y los análisis. Si Maradona sigue o no es decisión de él, por lo pronto quien sea el DT en las próximas competiciones no podrá olvidar que Argentina juega ofensivamente, con juego asociado sostenido por una férrea defensa.