Elegir Alemania para hacer una escapada es un acierto seguro. Ya sea por sus vigorizantes ciudades, sus pueblos típicos que parecen sacadados de un cuento o su sabrosa comida y cerveza, es imposible no sentirse seducido por un país que tiene tanto que ofrecer.
Aprovechando que desde España tenemos varios vuelos directos a ciudades principales (Berlin, Dusseldorf, Frankfurt, Munich…), hacer una escapada de 3 o 4 días por la zona es muy fácil si se cuenta con un coche de aquiler.
Esta es una nuetra propuesta para una escapada de 4 días, volando de Madrid a Dusseldorf:
DÍA 1: Dusseldorf / Colonia (Koln)
DÍA 2: Bonn / Monreal / Cochem
DÍA 3: Ruta en ferry por el Rin: Babarach y Rudhesheim
DÍA 4: Boppard / Braubach / Coblenza
DÍA 1: DUSSELDORF Y COLONIA (KOLN)
DUSSELDORF
Dusseldorf nos resultó una ciudad moderna, una animación que no tiene nada que enviadiar a otras grandes ciudades de Alemania, y con un casco viejo (Alstadt) con mucho encanto.
La vida nocturna es famosa en la región, y aunque no pases una noche en está ciudad una noche para descubrirlo, se aprecia facilmente viendo la cantidad de pubs y restaurantes de todo tipo que se agolpan en el casco antiguo.
Dedicamos medio día a recorrer Dusseldorf, y nos centramos sobre todo en la zona del Alstadt. Es una zona muy agradable para pasear, peatonal la mayor parte, con muchos restuarantes y casas de colores.
En la zona del Altstadt destacan la Marktplatz con su precioso ayuntamiento (Rathaus), flanqueado por una estatua del conde Juan Guillermo del Palatinado.
La plaza de Carlplatz es estupenda por su agradable mercado de alimentación y flores. Además, hay puestos con pequeñas mesas altas donde parar a tomar una cerveza y disfrutar una sabrosa wurst.
La iglesia de Saint Lamberstuskirche es inconfundible con su torre inclinada, hay unas callejuelas que lo rodean muy bonitas y tranquilas.
Tampoco hay que perderse la zona comercial, con la calle Konisgalle como referencia, que aglutina grandes firmas marca carísimas. Hay varios parques por la zona.
La zona que bordea el río Rin se llama Rheinuferpromenade está super animada, con un montón de terrazas en el paseo. Cuando fuimos, como ya hacía fresco (octubre), ponían mantitas y calefactores y se está estupendamente. Comimos en un de ellos que se llama Kasematten (www.kasematten-duesseldorf.de/), muy recomendable. Precios muy buenos, nos tomamos un plato del día que es este que veís aquí abajo, que costaba 6,50 euros.
Nos quedamos con ganas de visitar el barrio de Fligern, al parecer un tradicional barrio obrero reconvertido en la zona más moderna y alternativa de la ciudad. No sabíamos que existía esta zona hasta que estuvimos en Madrid, habrá que volver!
Datos útiles de Dusseldorf
- Alojamiento: muy caro, optamos por la opción más barata de las opciones que había, un hotel que se llama Hotel Artus, a las afueras del centro, en un barrio residencial. Podéis verlo pinchando aquí. Solo lo recomiendo si como nosotros, buscáis la opción más barata (60 euros la noche). La habitación que nos tocó no se parecía para nada a la foto que aparece en Booking.
- Aparcamiento: como en el resto de cascos históricos de las otras ciudades, está bastante complicado aparcar por el centro y los precios son prohibitivos. Media hora, un euro.
COLONIA (KOLN)
Desde Dusseldordf, cogemos el coche media hora hasta llegar a Colonia, una ciudad de un millón de habitantes y el destino turístico más popular de Alemania.
Su casco antiguo, Altstadt, se divisa a cientos de metros de distancia gracias a las enormes y afiladas agujas de la catedral de Kölner Dom, que dominan el perfil urbano de Colonia. Hay que entrar dentro de la catedral y maravillarse con las preciosas vidrieras de colores, especialmente bonitas al atardecer. La principal calle comercial (Hohestrasse) y las calles que lo rodeaban no me gustaron mucho, demasiada gente y poco encanto. En el puente por donde el tren cruza el río (Hohenzollerrnbrücke) hay miles y miles de candados de colores atados por parejas de enamorados, merece una visita.
Sin embargo, os recomiendo que vayáis hasta Brüsseler Platz, una plaza arbolada donde se encuentra la iglesia de San Miguel, que me gustó mucho más. Es una zona que se ha revitalizado en los últimos años, con resturantes y terrazas de diseño, y tiendas de ropa vintage. Las calles que rodean esta plaza son muy agradables. Os recomiendo un par de sitios por esta zona: Candia (donde tomar una cerveza o cena, ver aquí); Lütticher (donde cenar en una agradable terraza al aire libre, pincha aquí).
Muy agradables también las calles Mittelstrasse y Ehrenstrasse.
Datos prácticos de Colonia
- Alojamiento: nuestro hotel, Hotel Alt Deutz City Messe-Arena (verlo aquí), stá situado en la zona denominada Deutz, al otro lado del río del casco antiguo, Altstadt. Recomendable, 40 euros la noche, cómodo y agradable.
- Aparcamiento: igual que en el resto de ciudades, el parquímetro es carísimo. Aparcamos el coche en un parking que nos recomiendan, Lakness Arena, sale a 12 euros las 24 horas.
- Resturantes: Lütticher (Lütticher Str.12) y Candia (Brüsseler Str. 70)
DÍA 2: BONN, MONREAL Y COCHEM
BONN
La tranquila y agradable ciudad de Bonn se encuentra a tan solo 30 km de Colonia, por lo que mucha gente la visita desde allí en excursión de medio día. La ciudad donde nació Beethoven, fue elegida en el año 1949, para sorpresa de sus habitantes, capital provisional de la Alemania Occidental, y así se mantuvo hasta el año 1991 que volvió a Berlín.
En el casco antiguo, Altstadt, se encuentran la mayoría de puntos de interés. Lo mejor es perderse por sus calles, peatonales y adoquinadas casi todas ellas. La plaza principal se llama Münsterplatz, donde se encuentra la Münster Basilica y la actual oficina de correos (antes, un palacio). Hat varias terrazas en esta plaza, un buen sitio donde desayunar con vistas de estos magníficos edificios.
En la plaza donde se encuentra el barroco y precioso Altes Rathaus (Ayuntamiento), también se asienta un mercado de comida, donde curiosar por sus numerosos puestos.
También merece una visita el edificio de Kurfürstliche Residenz, que actualmente pertenece a la Universidad de Bonn.
Arriba, Münster Basilica
Arriba, calles del casco viejoMONREAL
A 70 km de Bonn se encuentra el maravilloso y diminuto pueblo de Monreal, que parece sacado de un cuento. Apenas tiene 3 o 4 callecitas que recorrer y un río que discurre a través, pero es imposible no sentirse atrapado por el encanto de sus casas entramadas blancas y rojas, las flores desbordando los balcones y su pequeña iglesia.
Hay una cafetería frente al río que no os podéis perder, con una preciosa terracita y unas riquísimas tartas caseras. Nostros probamos la de cerezas, buenísima! El sitio se llama Arenz am Malerwinkel (www.arenz-am-malerwinkel.de/)
COCHEM
Tras comer y callejear por Monreal, cogimos el coche de nuevo para llegar a Cochem, a apenas 28 km de distancia. Estuvimos toda la tarde y dormimos allí.
Esta preciosa ciudad tiene todo lo necesario para maravillar al visitante: preciosas casas entramadas con tejados inclinados, un bonito paseo que recorre la ribera del río Rin, y un increíble castillo en lo alto de una colina dominando la ciudad.
Es especialmente espectacular la pequeña plaza principal, con bonitas casas pegadas unas a otras. Tiene un encanto especial al anochecer cuando se van iluminando.
El paseo que recorre el río está lleno de terrazas (con calefactores en invierno), donde disfrutar una riquísima cerveza y cenar comida típica alemana. Nosotros paramos en uno de ellos para tomar una goulashsoup y salchichas.
Datos prácticos de Cochem
- Alojamiento: de nuevo, alojamiento muy caro. Nos alojamos en unos apartamentos a la salida del pueblo que se llaman Ferienhaus Berenz-Mühle y que no os recomendamos ya que nos hicieron pagan 30 euros extra por noche que venían en letra pequeñísima en la factura. Eso sí, era el alojamiento más barato para ese día (60 euros la noche). La información del hotel la podéis ver aquí.
- Aparcamiento: pudimos aparcar por el centro sin necesidad de poner parquímetro.
DÍA 3: Ruta en ferry por el Río Rin (Rin Romántico): BABARACH y RÜDESHEIM
Uno de los planes más recomendables a hacer por la zona es recorrer el río Rin en ferry, en la ruta denominada ”Rin Romántico”, que abarca la zona intermedia entre el pueblo de Coblenza (al norte) y Rüdesheim (al sur). Esta maravillosa ruta, de un día de duración, te lleva a través de laderas, viñedos, castillos medievales y pueblos de cuento. La perspectiva que se tiene desde el río es insuperable. Como curiosidad, es la zona del mundo con mayor número de castillos por metro cuadrado.
Nos levantamos pronto en Cochem para llegar al siguiente pueblo donde dormiríamos, Boppard, a las 9 de la mañana. A esa hora salía el ferry que queríamos coger hasta Rüdesheim. El ferry va parando por todos los pueblos que se encuentran a orillas del Rin, y dependiendo del trayecto que elijas, pagarás más o menos. Dentro del tramo que hayas elegido, se puede bajar del ferry en tantos pueblos como se quiera. Solo hay que enterarse del horario del siguiente tren (se facilitan allí) para estar pendiente de coger el próximo. Nosotros cogimos el billete entre Boppard y Rüdesheim (se compran en una taquilla que hay en cada embarcadero), y nos costó 26 euros por persona, ida y vuelta.
El ferry tiene zona interior y otra al aire libre, sin duda lo mejor es estar en cubierta para no perder detalle de las vistas.
Arriba, fotos de las vistas por el Rin y del ferryLa primera parada es en el pequeño pueblo de Bacharach, uno de los pueblos más bonitos del Rin. Se trata de una antigua población medieval, con preciosas casonas antiguas y flores por todas partes. A las fotos me remito.
En Babarach aprovechamos a parar a comer un rico goulashsoup (me encanta! soy muy fan!) y unas wurst.
La siguiente parada es el último destino trayecto en ferry por el Rin: Rüdesheim. Es un pueblo también muy bonito, pero para mi gusto, demasiado turístico, especialmente lleno de viajes de la tercera edad (eso si, estos abuelitos alemanes beben que da gusto y son mucho más escandalosos que los nuestros :) ). Es muy famoso un callejón llamado Drosselgasse, donde se apilan varios bares y terrazas donde probar el famoso riesling, el vino que se produce en la región. No dejéis de probarlo, está muy bueno.
Tras el día por el Rin volvimos de nuevo en ferry al pueblo de Boppard, donde nos hospedábamos. Queríamos cenar en un sitio típicamente alemán, con raciones generosas, y encontramos justo lo que queríamos en el restaurante Severus Stube (Untere Marktstrasse 7, Boppard). 2 platos cada uno + cerveza + riesling por 37 euros los 2. Súper recomendado este sitio, estaba buenísimo.Datos prácticos de la zona del Rin:
- Alojamiento: nos alojamos en el publo de Boppard, desde donde cogimos el ferry. El hotel se llamaba Hotel Sonnenhof, puedes verlo aquí. Está muy céntrico y cómodo. Era también de los más baratos que había (60 euros la noche).
- Aparcamiento: hay una opción en el parquímetro (pulsando la tecla T1), que te permite dejar el coche todo el día por 4 euros.
DÍA 4: BOPPARD, BRAUBACH Y COBLENZA
BOPPARD
Visitamos Boppard entre la noche anterior y la mañana del cuarto día. Desayunamos en una cafetería frente al río que se llama Cafe Baldeau (Konditormeister Rheinalle 38), con unas tartas muy ricas.
Boppard es un pueblo agradable, situado de manera inmejorable en una curva del río Rin, lo que permite hacer fotos panorámicas del pueblo. No hay que perderse la Markplatz, las calle principal Oberstrasse con sus casas típicas alemanas de madera, las torres de la iglesias católica Severuskirche y el paseo peatonal que recorre el río llamado Rheinallee.
En los días soleados (no fue nuestro caso, así que no lo hicimos), es coger en Boppard un telesillas (sesselbanh) hasta llegar al denominado ”punto de los 4 lagos”. Dado la forma curva del río en este zona y a las montañas que lo rodean, solo se ven 4 puntos del río, pareciendo que en realidad son 4 lagos.
BRAUBACH
A 28 km desde Boppard cruzando el puente al otro lado del río, encontramos esta preciosa y pequeña población está llena de casonas del año 1.500-1.600 muy bien conservadas. Parece sacado de un cuento. Lo mejor es perderse por sus callejuelas de la Altstadt, en media hora el visitante habrá visto todo el pueblo.
En esta población se encuentra el castillo mejor consevardo de todos los de la zona, ya que nunca fue destruido. Se llama Marksburg, y bien merece una visita. Los tours guiados cuesta 6 euros (5 si vais con carnet de estudiante), no se puede recorrer por libre. Desde arriba hay unas vistas magníficas del Rin, y el interior del castillo resulta muy interesante. Se visitan las cocinas, algunas habitaciones, el jardín con 160 plantas medicinales, la cámara de tortura… Merece la pena.
COBLENZA
En apenas 12 km desde Braubach llegamos la ciudad de Coblenza (Koblenz), mucho más grande que sus pueblos vecinos. Su principal característica es que aquí confluyen los ríos Rin y Mosela, concreatamente en un punto denominado Deutsches Eck (esquina alemana).
Es una ciudad muy agradadable, llena de parques y con dos atractivos paseos fluviales: el que recorre el Rin y el que recorre el Moseala. La ciudad vieja, Altstadt, es principalmente peatonal, y rodea la principal calle comercial llamada Löhrstrasse. Pronto se verá la iglesia católica Liebfrauenkirche. Como siempre, lo mejor es perderse entre sus calles y hacer un alto a comer o tomar una cerveza es alguna de sus múltiples terrazas.
Nosotros comimos fenomenal en un local alemán llamado Früh Kölsch Kneipe ”Altes Kaufhaus”, en el paseo del río Mosela. Muy recomendable, muy rica la comida.
Desde aquí, cogimos el coche de vuelta hasta el aeropuerto de Dusseldorf (153 km), para coger el avión de vuelta a Madrid.
KEEP ON TRAVELLING!