Alemania necesitaba una victoria balsámica que le hiciera cambiar la cara tras la derrota ante Polonia y que despejara las dudas que había generado la actual campeona del mundo. Pero los de Löw se encontraron con una férrea Irlanda que impidió que así fuera. El partido comenzó sin ritmo. Los de Löw sufren sin tres jugadores fundamentales como son Schweinsteiger, Özil y Khedira. Irlanda, con una premisa clara: conceder pocos espacios, bien cerrados con las lineas muy juntas. A ratos con una línea defensiva de hasta seis jugadores. Los extremos convertidos en laterales y los laterales como dos centrales más, que ahogaron las intentonas alemanas.
Para Irlanda todo lo que no fuera perder era buen resultado. Los hombres de O’Neil, que están en un momento dulce, sabían de sus posibilidades y se encomendaron a que Keane cazara algún despeje de su zaga.Los ataques de los teutones siempre llegaron lanzados por Kroos, que estuvo notable. Sin embargo las imprecisiones de la línea de tres Bellarabi-Götze-Draxler fueron constantes. O elegían mal a la hora de dar el pase o acababan perdiendo el balón en la tupida defensa irlandesa. Por lo tanto el peligro de los de Löw, sólo podía llegar a través del balón parado o con disparos lejanos.Ginter y Kroos que jugaban por primera vez juntos en la absoluta, no mostraron complicidad alguna, por lo que Löw, en el descanso dio entrada a Podolski en sustitución del jugador del Dortmund. Y la cosa cambió. Kroos, el mejor del partido, asumió el mando total y se lió a dar balones largos al del Arsenal. La primera ocasión clara del partido no llegó hasta el minuto 55 con un disparo precisamente de Kroos desde fuera del área, que despejó Forde a duras penas. Kroos se venía arriba.
Irlanda aguantó hasta que a Keane se le acabó el fuelle. La leyenda irlandesa pidió el cambio en el 63’ y el primero no tardó en llegar. En el minuto 70, Kroos (quien si no) cogió la pelota en la medular, avanzó, y tras acomodarse la pelota, pegó un derechazo que se estrelló en el palo bajo antes de entrar.
Sorprendentemente tras el gol, Alemania se echó atrás en vez de ir a buscar la sentencia e Irlanda comenzó a tener más presencia en el campo. Los ataques de Eire comenzaron a intensificarse. A cinco del final Hoolagan ganó la espalda a la defensa y remató desde dentro del área un centro proveniente de la izquierda. Durm se tiró y consiguió despejar a córner.
El empuje de Irlanda tuvo su recompensa en el 94’. Hendrick, el mejor de los irlandeses centró al área y O’Shea recogió el pase para batir a Neuer por su palo izquierdo. 1-1 y éxtasis irlandés.