El accidente de Fukushima ha forzado al Gobierno de Angela Merkel a plantear el fin de la energía nuclear, que se hará efectivo a lo largo de la próxima década.
Nueve de los 17 reactores nucleares que existen en Alemania seguirán funcionando hasta 2022. Una de las siete centrales que ya se han desconectado permanecerá en la reserva hasta 2013 para casos de emergencia. Y hasta el 2018 ya no se volverá a desconectar ninguna central nuclear más. Pero tanto el partido socialista como los verdes y la izquierda creen que la salida de lo nuclear puede adelantarse a ese plazo.
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