Alemania ocupa, una vez más en la historia, el papel de mala de la película. La situación económica no mejora y los países periféricos, que sufren especialmente los embates de la especulación, culpan a la canciller Ángela Merkel y al Banco Central Europeo por no querer ayudarles a salir del agujero.
Crisis de confianza
La situación económica en Europa puede empeorar y lo hace cada día. Ya son casi cuatro años los que han transcurrido desde que los mercados dejaran de confiar en la solvencia de Europa y el mapa económico mundial comenzara a desdibujarse. Ahora, las potencias asiáticas se apoderan de la deuda de Estados Unidos y los países latinoamericanos, que antes sufrían las tiranías del Fondo Monetario Internacional, resurgen de sus cenizas y pasan el testigo a países como Portugal, Grecia o España. Mientras, Alemania resiste y se resiste. La capacidad de Alemania para financiarse mejora conforme empeora la del resto de los países.
La salud de hierro de la economía alemana
Actualmente, los mercados prestan el dinero a Merkel sin apenas intereses, mientras que España debe pagar más de 7,5 por ciento. Los países periféricos reclaman hace días que se aprueben definitivamente los Eurobonos, que permitirían financiarse a todos los países miembros de una manera equitativa y eliminarían las temidas primas de riesgo. Sin embargo, Alemania se muestra reticente a estas medidas y hay quien la acusa de egoísmo, ya que su economía parece sacar provecho de la desgracia de sus hermanas. Igualmente, el control que la canciller Merkel tiene sobre el Banco Central Europeo es obvio y éste solo saldrá al rescate de España e Italia si se autoriza desde Berlín. Mientras, las palabras y los actos se contradicen, como casi siempre, y la máxima dirigente del gobierno alemán asegura que hará todo lo posible por proteger al euro, una moneda que sobrevive gracias al empeño de los políticos, pero que muchos ciudadanos rechazan frontalmente. Sin desearlo, el euro se ha convertido en la representante de la cris europea.
Imagen: Thomas Reimer – Fotolia