Alemania, un país para vivir

Es preciso remitirse al Weltanschauung, una concepción del mundo. La cultura surge en Alemania de la colaboración de los ciudadanos. Por lo que no es infrecuente ver en el tren a trabajadores poco cualificados leyendo en inglés, después del trabajo. Sorprende el silencio en el tranvía, la forma de desenvolverse en los espacios públicos. Un español lo llamaría orden. Hay gran tradición musical, se promociona que los niños y los jóvenes sepan tocar instrumentos. Existe una mezcla inteligente entre tradición y modernidad que se puede apreciar en el arte. Donde conviven todos los estilos, desde lo clásico a lo más alternativo, especialmente en las ciudades del norte, que tienen barrios underground, tales como Berlín, Hamburgo y Colonia. Es un país de contrastes.