La intención es advertir a la mayoría, porque pienso que muchos conozcan del peligro que conlleva una actividad tan cotidiana en nuestras vidas y que hacemos todos, todos los días; y, además, muchas veces: sostener el teléfono entre la cabeza y el hombro al momento de hablar.
Se hace cuando se necesita tomar una nota, copiar una dirección, un número de teléfono; quizás cuando estamos realizando otra actividad en la casa o en la oficina que no tiene que ver con la conversación.
¡Es muy peligroso e incluso fatal!
Hay miles de casos: personas que han resultado ciegas, con desgastes cerebrales e inclusive se llegan a registrar muertes; provocado todo por un evento cerebro vascular.
Por qué ocurre. Pues porque existe un pequeñísimo hueso en nuestra cabeza, detrás de la mandíbula y debajo de la oreja izquierda, muy filoso y puntiagudo; que se va presionando mientras hablamos y constriñe los vasos que llevan la sangre al cerebro.
Principalmente las personas ansiosas no perciben esta involuntaria compresión y levantan el hombro con presión para evitar que caiga el teléfono.
Si por eventualidad la plática va tomando intensidad, por este u otro motivo, la presión es aumenta.
En la imagen pueden ver la filosa prominencia ósea: apófisis estiloides.
Y siempre que suene su auricular, recuerde lo que acaba de leer.