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*JUAN MARTORANO.En primer lugar, y por compromiso con tantos lectores y lectoras de estas líneas, quiero agradecer todos los comentarios y buenas críticas realizadas a la primera entrega de esta especie de dossier que busca que tratemos que entendamos el conflicto que en estos momentos se vive en el Estado Bolívar, y más específicamente dentro de las Empresas Básicas que, más allá de la situación de ingobernabilidad, de impunidad y de guarimba que estamos viviendo en los actuales momentos, y que se sale del ámbito laboral y del control obrero, para trascender y para definirse como una situación de Seguridad y Defensa Nacional que debe ser asumido sin más dilaciones por el Gobierno del ciudadano Comandante-Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Y vamos a tratar en las líneas siguientes de expresar de acuerdo a nuestra óptica respecto al conflicto que se suscita en la empresa CVG Alcasa por las siguientes razones: Es el caso con menor cobertura a nivel de la prensa y la radio local y regional, además de que es una empresa en donde se ha estado aplicando más o menos lo mas parecido al control obrero que se busca para el resto de las empresas básicas de Guayana. El conflicto en CVG Alcasa no es nuevo, se inicia con la llegada en el primer trimestre del año 2005 de Victor Alvarez como Ministro de Industrias Básicas y Minería y Presidente de la CVG, y de Carlos Lanz como Presidente de CVG Alcasa. Y se inició un modelo de cogestión rumbo al control obrero y a los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras. No es un secreto para nadie en Guayana que la empresa Alcasa es deficitaria desde hace 20 años, sin embargo, las pérdidas eran de una magnitud que podían ser cubiertas por el estado central. A partir de la llegada del camarada Carlos Lanz a la presidencia de Alcasa, en el año 2005, la empresa atraviesa un período de relativa bonanza: más de 500 celdas funcionando, la producción de aluminio anual próxima a las 200 mil toneladas, los precios del aluminio se recuperaron, y se logró poner al día los pasivos laborales. Se intenta el desarrollo de un proceso de democratización de la gestión, que se convierte en un proceso aislado, con innumerables enemigos dentro y fuera de la empresa, a nivel nacional e incluso internacional. Ya en ese momento, José Gil y su combo enfrentan con decisión pero sin fuerza a Carlos Lanz, que finalmente, producto de innumerables presiones de todo tipo termina saliendo de Alcasa. También durante la gestión del señor Rodolfo Sanz y su tren gerencial, conocido en el seno de los trabajadores como “el clan guatireño”, dejaron una gran deuda en pasivos laborales; tales como:
- 5 evaluaciones que permiten aumentos de salario y que se ve diminuido ante la inflación generada en los últimos 2 años.
- 21 cestas ticket.
- dejaron de depositar los ahorros, pero si lo descontaban.
- no dieron mas plan de vivienda, pero ellos si se la pagaron.
- no pagaban los adelantos de prestaciones, pero ellos si se la sacaban con los directivos sindicales.
- se vencieron las contrataciones colectivas y se negaron a ir a la discusión, entre otros pasivos.