En momentos de debilidad política el kirchnercristinismo siempre ha optado por la búsqueda de culpables a sus problemas, mayoritariamente autoinflijidos. Pero las teorías conspirativas carecen de credibilidad para la opinión pública. De acuerdo a una encuesta, casi 6 de cada 10 consultados no cree en las denuncias de complot que a menudo hace el Gobierno. Mayoritarios los pulgares para abajo en una encuesta sobre las denuncias de complot del Gobierno. (Urgente24). En momentos de debilidad política el kirchnercristinismo siempre ha optado por la búsqueda de culpables a sus problemas, mayoritariamente autoinflijidos. Néstor Kirchner recurrió a las teorías conspirativas para explicar ciertos vaivenes, pero la tendencia tomó mayor estado durante la presidencia de Cristina Fernández, principalmente a raíz de conflicto con el campo de 2008. Desde entonces, denuncias de supuestas conspiraciones de “grupos económicos concentrados”que tienen “ambiciones inconfesables” se han reproducido a lo largo de los años. El cristinismo actualmente atraviesa uno de sus momentos más complejos, en el que ya no cuenta con la continuidad de la Presidente más allá del 10/12 de 2015 y lleva adelante un ajuste ortodoxo que contradice todos sus postulados discursivos. Por lo tanto, es el momento de las conspiraciones que intenten correr a la Presidente y su equipo del eje de discusión. En los últimos días, las denuncias del Gobierno llegaron al paroxismo de la mano del jefe de Gabinete, Jorge Milton Capitanich, que dijo que la Argentina era blanco un complot mundial de agentes no identificados que están interesados en los ricos recursos del país. Axel Kicillof, el ministro de Economía, también abonó las supuestas acechanzas cuando acusó a la petrolera Shell de haber estado detrás de la devaluación que el Gobierno permitió hace 20 días. Sin embargo, luego se sentó con la empresa, le autorizó un aumentó de precios de los combustibles y además dijo que el precio del dólar, tras la ‘perversa’ maniobra de Shell, era de“convergencia aceptable”. Debe ser por este tipo de sucesos que las teorías conspirativas carecen de credibilidad para la opinión pública. De acuerdo a una encuesta, casi 6 de cada 10 consultados no cree en las denuncias de complot que a menudo hace el Gobierno. La medición corrió por cuenta de la consultora Raúl Aragón y Asociados para el el portal Infobae.com y reveló que el 56,7% de los encuestados no cree que haya una conspiración para derrocar al Gobierno. Y, por lo tanto, una gran mayoría (65,9%) cree que la Presidente de la Nación terminará su mandato como está previsto el 10/12 de 2015. Sólo el 29,5% de las respuestas fueron en el sentido de confirmar las denuncias del Gobierno. En la misma magnitud, los consultados consideraron que la Presidente no llegará a la fecha del fin de su administración. En el deglosado, la encuesta muestra que la creencia de un complot contra el Gobierno prevalece en el oficialismo, pero allí mismo el tema está discutido. Esto se concluye del comportamiento de los votantes del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, hasta hoy parte del Frente para la Victoria. Si bien mayoritariamente los consultados creen en las denuncias del Gobierno, la proporción apenas supera la mitad (51,7%), lo que deja a otra mitad que descree de las teorías conspitativas o al menos no opina al respecto. Entre los votantes de Sergio Massa, el crédito a las denuncias oficiales desciende hasta el 23,4%, y entre los de Mauricio Macri, es aún inferior: 11,70%. En consecuencia, prevalece entre los electores del jefe de Gobierno porteño, el sector más anticristinista, la creencia de que la Presidente concluirá su mandato en tiempo y forma (62,9%), mientras que entre los que votaron al diputado nacional del Frente Renovador esa proporción es menor (59%).