Por José Manuel Ariza, en twitter @Algarivo
Vienen sonando tambores de guerra en el Sevilla FC, mucho más allá de la tirantez que mantienen el presidente Castro con la familia Del Nido. Una minucia comparada con ese “chino” que se otea en el horizonte, trayendo bajo el brazo un maletín reventando de dinero. Hoy nos hemos desayunado esto.
Lo que en otros clubes esto sería una auténtica bendición, clubes que han vivido siempre del mecenazgo, porque como aficionados nunca fueron capaces de gestionar su propia institución, para el Sevilla supone ir contra un modus operandi propio que dura ya 127 años. El Sevilla FC nunca tuvo dueños, nunca al menos antes de 1992, y ningún dueño claro en época de SADs, tan solo algunos accionistas cuentan con paquetes más importantes entre los que necesitan asociarse para gobernar, pues el sevillismo siempre fue de facto dueño y señor de su propio club.
Históricamente observamos cómo la Asamblea, previo a lo que hoy es la Junta General de Accionistas, fue siempre el verdadero foro donde se tomaban las decisiones más importantes, con la única condición de que lo más importante era el Sevilla FC, y eran sevillistas quiénes las tomaban, mediante socios compromisarios.
Hoy los paquetes mayoritarios son los que ejecutan estas decisiones, la cuestión será si en el futuro las decisiones se toman en pos de la institución, (hasta ahora parece que sí) o si esto cambiará, dependiendo del número de fajos de billetes que traigan los inversores chinos, o árabes, bajo el brazo.
Aunque hay “buenas experiencias” en clubes –el entrecomillado no es gratuito- especialmente de otros países europeos, de dueños absolutistas que hacen y deshacen en función del rendimiento económico, (o del nivel de lavadero de dinero que sea necesario) y cuya experiencia en cuanto a resultados de los equipos es buena.
Sin embargo en España, probablemente porque la legislación es más lasa y permisiva, las experiencias son catastróficas, ejemplos como los del Racing de Santander, Alavés, Valencia CF, y melones por calar como el caso del RCD Español, que de momento presenta encefalograma plano, nos dibujan un modelo, el del socio capitalista, muy negativo y desastroso para los clubes de fútbol, ya que las decisiones no se toman en pos del conjunto deportivo, sino de los dividendos que la sociedad pueda arrojar, que nada tienen que ver con los resultados en el terreno de juego.
En el caso del Sevilla FC esta cuestión sería aún más sangrante, pues tras haber demostrado que es posible tener un modelo de gestión que hace posible tener unas cuentas solventes, unas estructuras muy saneadas, y unos resultados deportivos envidiables, vender los paquetes mayoritarios “al chino” supondría el riesgo de llevar al traste todo el recorrido de éxito que nos ha llevado a estar en el top ten en el ranking de clubes europeos, y en consecuencia del mundo, pues el modelo de gestión cambiaría radicalmente con resultados insondables e imprevisibles.
Este es el escenario que acecha ahora mismo al Sevilla FC. Ni rivales, ni federaciones, ni personajes oscuros, ni otras cuestiones internas.El sevillismo debería ser consciente de esto y oponerse con toda la fuerza que históricamente ha demostrado, invocando al espíritu de 1995 que derrotó aquello que desde la política y lo financiero quisieron imponernos por la fuerza, todo ello abanderado por las asociaciones de accionistas minoritarios. Objetivo de cualquier sevillista es defender al Sevilla FC, para eso hacemos nuestro a este Club, y este es el hecho diferenciador de otras tantas aficiones.
Es fundamental que se introduzca en los estatutos sociales del Sevilla FC, un artículo que posibilite la compra y venta de acciones conforme a ley, pero estas solo podrán ser compradas por sevillistas, que demuestren que lo son, llevando más de 20 años como abonados o accionistas.
Este debe ser el objetivo a conseguir el sevillismo de su Club. Así lo han hecho otros clubes en Inglaterra, por ejemplo, y si los mayoritarios se niegan a introducir esta cláusula, es signo más que evidente de sus intenciones con respecto a sus paquetes de acciones, que podrían vender al mejor postor.
Cualquier acción puede ser vital, y se hace imprescindible sindicarla con aquellos que pueden dirigirse al Consejo de Administración y pedir cuentas con respecto a esto, y todas las posibilidades pasan por la unión de las asociaciones de accionistas minoritarios, unión a la que están condenadas, y las peñas a través de su Federación, hasta conseguir que estén representados en dicho Consejo, bien presencialmente, o bien de facto.
Y el sevillismo activo tiene la obligación de sensibilizar sobre estas cuestiones, bien a través de Redes sociales, y estar alertas ante cualquier movimiento que se otee en el horizonte, cada sevillista es esencial. No sé si nos damos cuenta, si gol norte tiene problemas con la actual dirección, ni imaginar lo que tendrían con unos dueños que no serían ni sevillistas, ni les duele el Club.
Son muchos los ejemplos históricos en los que el sevillismo ha demostrado su idiosincrasia con respecto a la defensa del Club, este es un reto más, y el gen ganador sevillista debe prevalecer.
No a la venta del Club a grupos inversores, y a gente fuera del sevillismo.