El Grupo de Liderazgo Climático C40 ha pronosticado que, entre 2020 y 2030, la contaminación atmosférica del carbón podría ser la responsable de unas 264.900 muertes prematuras en un total de 61 ciudades, según un informe publicado este miércoles en su página web.
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Rubén Blades será homenajeado como “Persona del Año” en los Latin GrammyPiden abrir investigación a esposa de Bolsonaro por tráfico de influenciasEl texto señala que «el carbón es mortal paras las ciudades«, indicando que afecta a todos los aspectos de la salud de sus habitantes. Por ejemplo, asegura que en el caso de las urbes del grupo C40, en el mencionado período causará 121.100 nacimientos prematuros, 93.600 nuevos casos de asma infantil y 247.900 visitas a urgencias por dicha afección.
Desde la organización detallan que los costes económicos de esta carga sanitaria podrían ser significativos. En el caso de las muertes prematuras derivadas del carbón, podrían costar alrededor de 877.000 millones de dólares a esas ciudades durante la presente década, mientras que el coste de las bajas laborales por problemas de salud se estima en unos 10.000 millones de dólares.
«No hay lugar para el carbón en un mundo seguro para el clima», subraya el informe, que indica que se trata de la mayor fuente mundial de emisiones antropogénicas de dióxido de carbono (CO2), siendo, a su vez, responsable de un aumento de la temperatura global de 0,3 grados Celsius (ºC) hasta la fecha.
En este sentido, el Grupo de Liderazgo Climático C40 aboga por la eliminación de las centrales eléctricas de carbón que, en su opinión, es el mayor paso que se puede dar para mantener el calentamiento global por debajo del umbral de los 1,5 ºC.
Asimismo, afirman que las urbes pueden «ofrecer un futuro verde, justo y próspero» eliminando el carbón y sustituyéndolo por tecnologías renovables y sin emisiones de carbono, argumentando que en la mitad de los países estudiados la energía renovable ya es más barata que la explotación del carbón.
Por último, la organización cita una serie de medidas que algunas ciudades C40 ya están implementando en la actualidad para llevar a cabo una transición mundial, por ejemplo, reducir la demanda del carbón mediante el impulso de la eficiencia energética.