Qué de matices conllevan los temas de salud y medicina. Lo escribo por lo que voy a contaros hoy. Trata sobre la meningitis, que es una enfermedad producida por la inflamación de las meninges del cerebro y médula espinal que puede ser causada por bacterias, virus, u hongos. Lo que ocurre es que también puede ser debida a diversas causas no infecciosas y medicamentosas, que es lo que se conoce como meningitis asépticas.
Las características clínicas de las meningitis agudas incluyen fiebre, cefalea, fotofobia, rigidez de nuca, nauseas, vómitos, artralgias, mialgias, erupción cutánea y dolor abdominal. En parte para prevenir meningitis se usan las vacunas. El caso es que las meningitis asépticas también pueden estar causadas por medicamentos.
Hace mucho tiempo que está reconocido que “la meningitis aséptica puede ser una condición yatrogénica que se produce como efecto adverso poco frecuente de la terapia farmacológica“, así lo explica el Centro Andaluz de farmacovigilancia en su Alerta número 51.
Resulta paradójico que la sífilis, la tuberculosis o el lupus eritematoso sistémico se han considerado a lo largo de la historia como imitadores de muchas enfermedades y en la actualidad los medicamentos encabezan la lista de simuladores de enfermedades.
El caso que nos ocupa es claro. La meningitis aséptica inducida por fármacos puede producirse por dos mecanismos diferentes. El primero sería por un efecto químico directo causado por irritación de las meninges. El segundo sería por una reacción de hipersensibilidad inmunológica.
Uno de los medicamentos que cita la publicación oficial de la Administración andaluza es el ibuprofeno, muy usado. Pero os resumo cuales son los grupos de medicamentos que pueden actuar de “simuladores de enfermedad” en este caso. Uno es el de los antiinflamantorios no esteroideos como el citado ibuprofeno.
Se toman mucho y como las notificaciones de meningitis como reacción adversa son pocas se considera como muy rara (también es cierto que existe infranotificación de daños por medicamentos en nuestro sistema sanitario, es decir, hay muchos más de los que se advierten).
Los medios de contraste radiológico, algunos antibióticos y la administración intravenosa de inmunglobulinas también ofrecen este efecto secundario. Hay otro buen montón de fármacos que hay que saber antes de usarlos el riesgo de meningitis que ofrecen pero me voy a detener en las vacunas quizá por ser estas medicamentos que se recomiendan a personas sanas (si estamos enfermos es más probable que aceptemos el uso de un fármaco mientras que si nos lo ofrecen estando sanos entiendo que pensamos mejor en sus posibles daños, por raros que puedan ser).
Hay vacunas que se consideran mayoritariamente necesarias, efectivas y seguras. Incluso está introduciéndose en el calendario de vacunaciones una inmunización contra la meningitis tipo B, rodeada de dudas, como contamos por ejemplo en el post titulado La nueva polémica vacuna Bexsero se abre paso en las farmacias.
La meningitis llamada vírica es la que ocurre tras la vacunación. Aunque también se han reconocido verdaderos casos de meningitis aséptica después de la vacunación, si bien su incidencia es rara.
Según el sistema sanitario de Andalucía que nos alerta sobre este tipo de meningitis:
Entre las vacunas asociadas a meningitis aséptica se encuentran la triple vírica (sarampión, paperas, rubéola) y la monovalente de las paperas y de la rubéola. La vacuna DTP (difteria, tétanos, tos ferina) se ha asociado a encefalopatía aguda en niños pero no a meningitis aséptica. Se ha descrito algún caso aislado después de la inmunización con la vacuna contra la hepatitis B“.
En fin, existen muchos medicamentos útiles y es bueno conocer lo mejor posible sus entresijos para conseguir el mejor uso posible, asumiendo siempre que en la práctica TODOS pueden ofrecer reacciones indeseables.