Alex de la Iglesia dimite como Presidente de la Academia de Cine

Alex de la Iglesia ha decidido dejar su puesto en la Academia después de la gala de los Goya debido a su desacuerdo con la Ley Sinde. Éste, junto con las nominaciones de los Oscars 2011, son los dos temas más candentes en la red, ya que hasta en webs internacionales se han hecho eco de la decisión del director.

Al principio del debate, Alex de la Iglesia arremetió contra los que se quejaban de la ley, poco a poco ha ido variando su postura, según él mismo ha reconocido, cuando empezó a conocer el tema más a fondo.

Conducido de nuevo por el método ensayo-error, decidí reunirme con los que quisieran hacerlo para explicarme su punto de vista. Y de pronto descubrí que había muchos puntos en común. Nadie estaba a favor del todo gratis, estaban de acuerdo en reconocer los derechos (y obligaciones) del autor frente a su obra, y a todos les parecía correcto buscar una manera ágil y eficaz de hacerlo. Yo, por mi parte, reconocí que el modelo de mercado necesitaba ser ampliado y corregido, que la oferta legal no era suficiente, y que compartir archivos con libertad era algo inamovible y deseado por todos. 

No voy a dejar de discutir, pero francamente, prefiero hacerlo como director que como presidente. Lo coherente es dejarlo. Acabaré lo que he empezado, eso sí, no quiero decepcionar a los compañeros de profesión, y prometo no empañar la ceremonia con este asunto. Quiero que sea la fiesta que todos esperamos. El debate continuará, pero en un lugar adecuado. Después de la gala, dimito como presidente. Seguiré siendo miembro de la Academia, discutiendo y metiendo la pata como siempre, pero como director de cine, que es lo mío.

Puede que sea una buena señal que un director de cine se haya dado cuenta que el modelo de negocio está obsoleto, y siguiendo la premisa de evolucionar o morir, la industria española se deja morir, y no sólo eso, sino que culpa a los usuarios de internet de esa muerte, cuando está claro que soluciones hay y que no todo es blanco o negro. Pero es más fácil un camino rápido que beneficie a unos pocos. Ojalá todos aquellos creadores, creativos o como se quieran llamar, hicieran el esfuerzo de intentar comprender el problema a fondo, así seguramente se evolucionaría y se llegarían a otros modelos de negocio. Eso sí que sería una buena noticia.

Y para los que digan que es imposible, insostenible… que miren ejemplos como Netflix, de Estados Unidos, y sin irnos más lejos de España, tenemos Filmin, Cineclick o Filmotech. Quizá lo que falta es un empujón de apoyo y ayuda y una difusión mayor, pero está claro, que quien quiere, puede.

Un pequeño paso para el hombre, ¿un gran paso para la humanidad?