Por una vez se cumple ese dicho que habla de las cosas, el sitio y el tiempo. Le ha costado al genial Alex Katz demasiado tiempo ocupar el sitio que realmente se merece. Fuera de modas, certero en el instante, observador incisivo, el fascinante universo de Katz nos muestra la transparente visión de la realidad. El tiempo, las cosas y su sitio.
El País