Como en un poema de Cernuda o Ashbery, Cesc Gay entrega un (radiante) cortometraje con aquéllo de lo que también habló Luis Muñoz: planos sobre planos sobre planos.
Cesc Gay es hoy uno de esos directores que se están convirtiendo en imprescindibles a base de frescura, inteligencia y una mirada cálida y muy personal.
Que lo disfruten para el finde. Besos y abrazos.