Bueno. Ya me he leído estos Ocho relatos de boxeo, de Alexander Drake, y lo único que puedo decir es que he disfrutado con su lectura. Tanto que los he vuelto a releer. Su ritmo es ágil, vertiginoso, frases cortas que se suceden como puñetazos al rostro, al estómago, al hígado. Un lenguaje boxístico perfecto. La sangre de los protagonistas de estos relatos cortos, algunos muy breves, salta del papel y te salpica la cara. Este libro, entre sus ocho relatos, contiene dos que, a mi juicio, vencen, a los puntos, al resto. Me refiero al que se titula Contra las cuerdas, el más breve del libro, y al más extenso de los ocho: Arregui, la leyenda del boxeador, un relato para enmarcar, así de claro. Que nos deja un personaje conmovedor, entrañable, buena gente de verdad, y que, a la postre, según yo lo veo, la decisión que le hace tomar su entrenador, es decir, Alexander Drake, le convierte en el campeón de todos ellos. En resumen: un libro muy recomendable, tanto para los lectores amantes del boxeo como para los que no. Y te dejo con uno de los pasajes de Arregui, la leyenda del boxeador.
Septiembre de 1938 (Arregui contra Douglas)
Arregui viaja a Michigan para enfrentarse a Douglas en el Estadio Olympia de Detroit. El vasco se dirige con determinación al centro del ring, donde empieza a castigar a su rival sin que éste pueda hacer nada por detener su ataque. Douglas intenta zafarse de su adversario pero Arregui le persigue por el cuadrilátero sin darle un segundo de respiro. Finalmente Arregui lo acorrala en una de las esquinas y le somete a una durísima lluvia de golpes que culmina con un gancho a la barbilla que provoca el K.O. inmediato de Douglas. El público salta de sus asientos y rompe en aplausos ante semejante demostración de bravura.
Ocutbre de 1938 (Arregui contra Di Marino)
El italiano es un púgil curtido en la batalla con un registro de 34 peleas, 28 victorias, 17 por K.O. y 6 derrotas. Nada más comenzar el tercer asalto Di Marino sale en busca de Arregui en un ataque kamikaze. Entonces Arregui carga el puño y lanza una derecha terrorífica que explota como una bomba en la mandíbula de su oponente. Éste pierde el conocimiento estando aún de pie y cae al suelo igual que un muñeco de trapo.
Alexander Drake. Ocho relatos de boxeo. Ediciones Lupercalia, febrero 2014. De la ilustración de la cubierta: Enrique Cabezón.
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