Recordando posts anteriores, me viene a la mente la reseña de la última colección de Alexander Wang presentada en New York; escribía que me encantaría verlo en un futuro -lejano- al frente de alguna marca de alcance global como Givenchy o Louis Vuitton. Jamás hubiese imaginado que un par de meses después, viviría entre los rumores de que Wang estaría al frente de Balenciaga.
Como ya es sabido por casi todos, la noticia de la semana fue que Nicolas Ghesquière ya no seria el Director Creativo en Balenciaga; sin duda es una decisión que oculta muchos conflictos que rebasan al típico discurso de "fue una medida tomada por ambas partes". De lo que mas se habla es de la posibilidad que Ghesquière inicie su marca propia arropado dentro del grupo rival de PPR (al que pertenece Balenciaga), LVMH.
De ser esto cierto, constituiría una muy obvia rivalidad con la familia Pinault y su grupo; pero sobretodo agregaría pólvora a la gran competencia que existe entre los dos conglomerados mas grandes del planeta, PPR y LVMH.
Regresando al tema de Wang debo admitir que aunque me encanta su trabajo, no siento que su estilo se identifique con la esencia de Cristóbal Balenciaga. La Maison del Couturier por excelencia, que decidió retirarse en el 68 por la llegada del prêt-à-porter, representa una auténtica leyenda de la Alta Costura; por esto mismo creo que la marca necesita a un diseñador que entienda de Haute Couture, no a un creador como Wang que produce un muy difrutable prêt-à-porter.
La nota aún no está confirmada y las sorpresas son muy posibles; estaremos al pendiente de cualquier noticia que decida el futuro de la firma mas escultórica en la Historia de la Moda. No por nada Hubert de Givenchy decía que Balenciaga era su Dios.
Abraham Cadena.
"Day Dress" Balenciaga 1960.