acia 1929, la reputada orientalista, periodista, antropóloga, exploradora, anarquista, budista y escritora franco-belga Alexandra David-Néel publicaba el libro “Magic and Mystery in Tibet” y sorprendía al mundo con un curioso experimento. La Mujer afirmaba haber creado un encantador “tulpa”: el fantasma de un monje, gordito y simpaticón, para su uso personal.
Rebelde y polifacética, Alexandra vivió 101 años plenos e intensos. Nació en el París de 1868 entre miriñaques, corsés y convencionalismos sociales. Su primer acto vital fue decepcionar a la madre, ferviente católica que soñaba con un hijo varón y obispo. A los cuatro años era lectora empedernida, a los cinco tocaba el piano con maestría y a los dieciséis, comenzaron sus famosos viajes por el mundo. En París y Londres aprendió sánscrito, inglés y canto, tuvo sus primeros contactos con el budismo y sintió la llamada del Oriente.
A los 21 años viajó por más de un año a través de Ceilán y la India, estudió yoga, recorrió pagodas y monasterios, entabló amistad con gurús y lamas y se casó con el ingeniero Néel. En 1912 se entrevistó dos veces con el 13º Dalai Lama ¡una hazaña sin precedentes para una mujer europea! Luego de vivir dos años meditando como eremita en una cueva a 4000 m de altura, y antes de convertirse en la primera occidental en pisar la ciudad prohibida de Lhasa, sucedió…
Alexandra soñaba con visitar Kumbum. Pero no fueron esas innumerables casas blancas, los palacios rojos o el inmenso monasterio encaramado en la ladera de la montaña, lo que ocupó su atención. Fue en ese lugar donde se las arregló para crear el tulpa propio, un fantasma producido mediante una intensa concentración del pensamiento y la repetición de ritos místicos. Así lo cuenta esta creadora:
“Incrédula de ordinario, quise ensayar la experiencia yo misma y para no dejarme influir por las formas impresionantes de las deidades lamaístas, que tenía casi siempre ante mis ojos en cuadros y en estatuas, escogí un personaje insignificante, un lama pequeño, rechoncho, de tipo inocente y jovial. Al cabo de unos meses el buen hombre había tomado forma. Poco a poco se fijó y vino a ser una especie de comensal. No esperaba a que pensara en él para aparecer, sino que se dejaba ver en el momento en que mi espíritu, estaba ocupado en otra cosa. La ilusión era, sobre todo, visual, pero llegué a advertir como si la tela de su traje me rozase y a sentir la presión de una mano sobre mi hombro. En aquel momento no estaba encerrada, montaba a caballo todos los días, vivía bajo mi tienda y gozaba de excelente salud, según mi feliz costumbre.
“Gradualmente se operó un cambio en mi lama. Los rasgos que le había adjudicado se modificaron: su cara, mofletuda, adelgazó y tomó una expresión vagamente burlona, perversa. Se volvió más inoportuno. En una palabra, se me escapaba. Un día, un pastor que me traía manteca, vio al fantasma y le tomó por un lama de carne y hueso.
"Debía de haber dejado que el fenómeno siguiese su curso, pero aquella presencia insólita empezaba a enervarme. Se convertía en una pesadilla. Me decidí a disipar una alucinación de la que no era plenamente dueña. Lo conseguí, pero después de seis meses de esfuerzo. Mi lama era tenaz para la vida.” (1)
Alexandra destruyó su engendro, aunque el real y obstinado ¿monje? ¿homúnculo? ¿golem? dio batalla hasta el final del proceso de desaparición. Quería, reclamaba el derecho a existir.
"And if he left off dreaming about you..."
(1) Este episodio, el más dramático de su libro, fue confirmado por David-Néel una y otra vez en las conferencias que dio hasta el final de su vida. La escritora insistía en que no había nada extraño en su fantasma. Lo interesante para ella, era la materialización y que otras personas pudieran ver lo que había creado con el pensamiento…
Notas:
. A los 100 años Alexandra David-Néel renovó su pasaporte, ante la sorpresa de los funcionarios de los Bajos Alpes.. En 1982 el 14º Dalai Lama visitó “Samten-Dzong”, la casa en Digne donde vivió la escritora y le rindió homenaje.
. Fue distinguida por la Sociedad Geográfica de París con medalla de oro y en 1969 fue nombrada “Caballero de la Legión de Honor” ¿Caballero?
. En el Tíbet se le concedió el rango de lama.
Fuentes:
. The Secret Lives of Alexandra David-Neel. New York, Foster, Barbara and Michael. The Overlook Press, 1998.
. David-Neel, Alexandra. Magic and Mystery in Tibet. New York, Dover Publications Inc.,1971 (1932).
. Viajeras intrépidas y aventureras Cristina Morato Guinchard.
. Official web site