Hace un tiempo vi ovillos de trapillos muy baratos y pensé en hacer una alfombra.Empecé ganchilleando en plano pero las tiras eran elásticas y se ondulaban los bordes, por lo que decidida a no gastar mucho tiempo en ello, la alfombra se convirtió en un cesto.
Lo deje encima la impresora, como algo pasajero, con la idea de bañarlo en azúcar para darle rigidez, y ahí sigue.Espero encontrar un momento con ganas para hacerlo.
Aunque es muy popular, en poco rato puedes tener un pequeño proyecto acabado, a mi no me ha atraído nunca y ahora lo confirmo: No me gusta nada trabajar con materiales tan gruesos.
Patrón aquí