Te metes en su blog y sólo hay penas románticas, mucho drama de corazones rotos y llantos por amoríos que ya no están. Vamos, un pastel lleno de azúcar que sólo se lo podría comer el Álex Ubago de la ilustración, o, lo que es lo mismo, Alfonso Casas. De hecho, el mismo reconoce que ilustra para sí mismo. ¡Y no hace falta que lo jure! Porque a este universo rosa de los sentimientos, hay que sumarle otro YO gigante, el del personaje protagonista que yo juraría que se parece mucho al ilustrador.
PEEEEEEEEEEEEEEEEERO (ya lo estabas echando de menos, ¿verdad?) hay veces, que el amigo se suelta la melena y camina de la mano con la ironía. Y ahí, querido Alfon, ahí tú y yo nos entendemos mucho mejor: sinceridad desgarradora y críticas al postureo donde, hay menos amor y mucho más sexo. Bien, Alfon, Bien. De hecho, es en lo que creo que es su último proyecto personal “Adolescencia tardía y autocomplaciente” donde más está desarrollando esta etapa (la puedes ver en las imágenes de libretas).
Sin embargo, una vez más, me encuentro con que un autor no cuenta nada sobre su trayectoria profesional. En los dos about me suyos que he encontrado se define como “no soy un hombre de 30, sino dos adolescentes de 15″ o “ilustrador y perdedor de tiempo profesional”. Sé qué es de Zaragoza, que tiene 33 años y que ahora vive en Barcelona. Me he topado con que ha publicado un cómic llamado “Amores minúsculos”, dedicado a todas las relaciones cortas que se tienen antes de una más larga (si es que ésta llega). También sé que ha hecho algo para Vodafone y sospecho que trabaja como freelance, pero poco más.
Así que, voy a ponerle dos velas negras, para ver si va abandonando poco a poco su lado Ubago y apuesta más por el sarcasmo concentrado, que tiene mucha más chicha y sé que a vosotros os mola más ¿¡A que sí?! Pos eso, poseído.
[ Oye, ¿y a ti qué si yo soy un romántico empedernido y quiero ver el trabajo de Alfonso Casas? ]