Alfonso León: Wu Lu, la calabaza de la longevidad

Antiguamente los sanadores taoístas usaban una calabaza hueca a modo de recipiente para llevar sus medicinas. Esta conservaba perfectamente las propiedades medicinales de las sustancias e incluso las hacía más poderosas porque las fermentaba. Adicionalmente en el fruto podía llevarse agua u otras sustancias que ayudaban a mantener el cuerpo de los viajeros en sus largas caminatas. Su enorme utilidad rápidamente lo transformó en uno de los signos más importantes dentro del panteón taoísta. Es así como cada uno de los Ocho Inmortales Celestes -humanos que a través del Tao alcanzaron la liberación en el padre-, lleva una de éstas como estandarte de su poder y ascenso al cielo. El dios Sao, deidad de la longevidad y uno de los tres dioses de prosperidad, también acostumbra llevar una consigo para proveer buena salud y bienestar.

La forma de pera del cuerpo del Wu Lu estaba asociada a la alquimia taoísta, se creía que sólo en una calabaza se podía conservar y fermentar el elixir de la eterna juventud, ya que ella conectaba dentro de sí las fuerzas del cielo y de la tierra.

Estas calabazas se pueden fragmentar en tres partes: el espacio redondo superior, el inferior y el cuello que conecta a ambos. El superior representa al cielo, donde habita el padre y el verdadero objetivo del espíritu de todos los seres sintientes. El inferior simboliza la tierra, el espacio donde todos los seres sintientes habitan y en donde evolucionan por medio de las disímiles reencarnaciones. Entre ambos se encuentra el cuello, que es la manifestación del camino del tao, el trayecto de aprendizaje y abandono de los deseos mundanos para alcanzar la iluminación. En vista de que dentro de éste se encuentran los tres puntos básicos de la existencia según el Tao, el Wu Lu tiene el poder de equilibrar las energías de un espacio, absorber los espíritus o las energías de enfermedad y actuar como un protector de la buena salud.

En la actualidad se usa una representación en metal para conectar la energía de este elemento en las coordenadas Noroeste y Oeste. Éste Wu Lu de metal contiene tanto poder que es una excelente cura Feng Shui, capaz incluso de proteger tu hogar de la estrella de la enfermedad, principalmente si ésta cae en tu habitación. Para esta cura lo ideal sería que la calabaza fuera de metal sólido y pesado, ya que así estarás aplastando esa energía desfavorable. Las calabazas de aluminio o latón son livianas y huecas, al colocarlas en la coordenada Noroeste de tu sala activas la fuerza del elemento metal a favor de tu salud, eliminando además las energías negativas que pueden estarte rodeando.

También existen Wu Lu de jade, cerámica u otros materiales que son propicios para activar diferentes bendiciones. Puedes tomar una representación de gran tamaño hecha en jade o cerámica de este magnífico símbolo, y colocarla en el Oeste para activar el bienestar y la creatividad de tu familia. Éste debe tener la boquilla superior abierta para que absorba todas esas energías oscuras limpiando de esta forma tu casa. Otra escultura poderosa y hermosa de este símbolo muestra a los Ocho Inmortales Celestes alrededor de un Wu Lu. Si colocas esta cura en el Centro, Noreste, Oeste o Noroeste de tu hogar puedes consagrar la energía dentro de tus espacios a favor de tu sabiduría, longevidad, armonía, salud y equilibrio. Rápidamente observarás como el Chi de tu hogar comenzará a generarte bienestar, fortalecerá tu salud y te traerá armonía en el más interno de tu espíritu.

Alfonso León el “ARQUITECTO DE SUEÑOS“  muestra su enseñanza de Lunes a Viernes en programa de TV, coach e moderador. Experto en Feng Shui, horoscopo y astrologia.

Alfonso León
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