El listón del Museo del deporte. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Toni Delgado / Barcelona
El listón está muy alto. —A 2,45 metros, el récord del mundo en salto de altura que logró Javier Sotomayor en Salamanca en 1993 –explica Alfonso Noain, que seguro que también sabe el día y la hora [Stefka Kostadinova tiene la marca femenina, 2,09]. El director del Museo del Deporte es una hemeroteca humana de datos y relatos que podría exportar empatía: "Queremos mostrar los sacrificios y los valores que se esconden tras las gestas deportivas. ¿Cómo es posible que un ser humano pueda superar este listón impulsándose con un solo pie? El talento no es suficiente". Es imposible no quedarse unos segundos observando el listón. No muchos, ya que el Museo del Deporte, que el 21 de septiembre aterrizará en Marineda City, en A Coruña, donde estará hasta el 22 de diciembre, tampoco te da tregua. Es fácil perderse en la exposición Leyendas del Deporte. No es por el recorrido, sino por los continuos reclamos en todas las direcciones: más de 600 objetos de campeonas y campeonas de muchas disciplinas.
La NBA está muy presente en el Museo del Deporte. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
Suena el himno de la Champions League. Hay un futbolín (con pelotas ilimitadas) en un vestuario con camisetas firmadas por Van Basten, Ronaldo, Cruyff, Messi, Puyol, Cristiano Rolando, Matthaus... También se puede jugar al baloncesto, entre objetos de Laia Palau, Amaya Valdemoro, Pau Gasol, José Manuel Calderón, Sergi Llull, Rudy Fernández, Ricky Rubio, Tim Duncan, Bill Russell, Stephen Curry, LeBron James, Shaquille O'Neal, Michael Jordan, Magic Johnson... O practicar la salida con tacos; jugar a mini golf o a videojuegos; saltar una valla...
—Ha ganado Nadal el partido y su Roland Garros en su primera ocasión. Campeón de Roland Garros con todo merecimiento –narra Nacho Calvo, periodista deportivo de TVE.
Un idílico vestuario con futbolín incluido. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
El Museo del Deporte te invita a viajar constantemente por la historia del deporte. Está montado a imagen y semejanza de Alfonso Noain, que cuenta con un gran equipo humano, también paciente, metódico y resolutivo. Mientras el director conversa con Cronómetro de Récords, sus ayudantes recogen carteles informativos y protegen los objetos de la exposición: Gemma Mengual, Carolina Marín, la selección femenina de waterpolo, Mireia Belmonte, Epi, Sandra Sánchez, Jorge Lorenzo, Laia Sainz... Hace unos minutos que el Museo del Deporte ha cerrado sus puertas al público en la cúpula del Centre Comercial Arenas de Barcelona. La siguiente parada, la 13ª, será A Coruña. Mañana todo el material está empaquetado en tres tráilers.
"Después haremos un parón. Esto nos supone un esfuerzo físico, económico.. Hasta moral. Buscamos una sede fija para el Museo del Deporte, que es posible que en 2019 se quede en Madrid. Aunque llevamos mucho tiempo trabajando con las instituciones y siempre les surgen otras prioridades, vamos por el buen camino", avanza Alfonso Noain. Ya con ayudas y más recursos, ése será el momento, por ejemplo, para intentar completar la colección de antorchas olímpicas: "Tengo localizadas las que nos faltan, pero es casi imposible dar con la de Helsinki 1952".
Las camisetas de la selección firmadas por Vero Boquete, Laia Palau y Amaya Valdemoro. El balón tiene los autógrafos de las subcampeonas olímpicas de baloncesto en los Juegos de Río. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Esperaba encontrarme muchos objectos, como así ha sido, aunque también echo de menos muchos. Tienes toda la razón. El latido del deporte es infinito. Este fin de semana se disputan un sinfín de competiciones. El Museo del Deporte es un rincón para campeones y campeonas y sus proezas, y como hilo conductor tiene cinco grandes áreas (historia, fútbol, baloncesto, otros deportes, y atletas y gestas). Todavía nos faltan muchos detalles: la camiseta del Real Madrid y la de Francia como campeones de la última Champions y del Mundial de Rusia, respectivamente. Ambas las queremos firmadas por un jugador o la plantilla.
Botas firmadas por Leo Messi y Cristiano Ronaldo. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Sí tenéis la de la SD Huesca con los autógrafos del plantel que, a finales de mayo, ascendió a Primera División. ¿Es la última pieza del museo? No. Acabo de traer en la mochila una camiseta de Bélgica de Thibaut Courtois. Está firmada. Queremos que quien nos visite se emocione y visualice la gesta que esconde cada objeto. Fíjate en esa zamarra del Mundial de Estados Unidos de 1994 de Miguel Ángel Nadal... Tú sabrás que fue un gran defensa del Barça, del Mallorca y de la selección española, pero la mayoría de adolescentes que siguen el deporte desconocen que el tío de Rafa Nadal tiene ese recorrido. Tenemos objetos de Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic, Garbiñe Muguruza, Conchita Martínez... Ahí está el balón del 12-1 a Malta [con el que España, que necesitaba 11 goles o más para superar en el grupo a Holanda, se clasificó para la Eurocopa de Francia de 1984].
—Os lo donó Poli Rincón. ¡Se portó muy bien! Piensa que las criaturas de ocho años que te saben hacer las alienaciones de memoria de los equipos de Primera no vivieron el gol de Iniesta en Sudáfrica. ¡Esto va muy rápido! Pasan muchas cosas.
Un polo dedicado de Marina Alabau. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Tenéis una foto gigante de Fernando Alonso celebrando su segundo Mundial con Renault. El formato permite que se puedan leer las dedicatorias de su equipo en la bandera. Ponéis la lupa en los detalles. Me alegro de que tengas esa sensibilidad. Es verdad. Allí estoy viendo dos camisetas del Valencia...—De Gaizka Mendieta y Miguel Ángel Angulo. Sí. Son de las dos finales de Champions seguidas que perdieron. También es un triunfo alcanzarlas, eh. Al fondo tienes la equipación, atípica, del Atlético de Madrid que ganó la Liga en el Camp Nou en 2014. Está firmada por Diego Godín, que marcó el gol decisivo, de cabeza. El Atlético rompió la bicefalia de la Liga. Son ejemplos de gestas.
La indumentaria que llevó Epi cuando ejerció de último relevista de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Es más fácil adquirir los objetos negociando con un coleccionista o en un subasta?Nunca lo sabes... No nos ha resultado fácil reunir las camisetas de los campeones de la historia de la Champions, que inauguró en 1993 el Olympique de Marsella, el único equipo francés en levartarla. El Barça ganó la última edición de la Copa de Europa en 1992 con el famoso gol de falta de Ronald Koeman, y que tenemos también.
—Miguel Indurain te ha dedicado algunos maillots. ¿El Museo del Deporte es un proyecto personal? No, son los únicos objetos en los que sale mi nombre en la dedicatoria. Soy navarro, conozco a Miguel desde hace muchos años... No le pedí que me los dedicara, pero lo hizo. No es una iniciativa personal, aunque sea un poco el impulsor. Pretendo que se convierta en un proyecto nacional que sigan el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Español. Es un poco lo que estamos hablando. Esto es un pequeño hobby. Hay mucho de empeño personal. He tenido acceso a muchos y muchas deportistas.
Alfonso Noain, con la bicicleta de Miguel Indurain. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Has trabajado en alguna agencia de representación?No, en Direct TV, un canal de televisión de pago de Estados Unidos. A la mayoría de deportistas con quienes hemos contactado les hemos pedido que cedan o donen lo que les apetezca.
—¿Les cuesta? ¿Les da cosa?Depende. A futbolistas y baloncentistas les cuesta mucho más. En otras disciplinas es más fácil. Si supieras qué contento está de haber colaborado Javier García Bragado, que ha participado en siete Juegos Olímpicos; María Vasco nos trajo hace poco el dorsal con el que fue bronce olímpico en los 20 km marcha en Sydney... Tenemos los patines de Javier Fernández; las botas con las que subió al Everest de Juanito Oiarzabal; los esquíes de Blanca Fernández Ochoa, la única medallista olímpica española en unos Juegos Olímpicos de invierno...
—También hay muchos objetos que habéis tenido que comprar. ¿Cuál es el objeto que os ha costado más dinero?Diría que la camiseta de Bill Russell, el jugador con más anillos de la NBA, aunque no recuerdo la cantidad. Se lo adquirimos a un coleccionista americano.—¿Y de tiempo? El maillot de Usain Bolt con el que subió al podio en los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. Tuvimos que insistirle mucho a su representante. Luego, Puma nos cedió las zapatillas de Río, sus últimos Juegos.
Parte del rincón de Usain Bolt. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Nada más entrar en la exposición, podemos ver el traje de abanderado del piragüista David Cal en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín. Es una reivindicación de los deportes minoritarios. Tal cual. Además, como sabes, David Cal es el deportista español con más medallas olímpicas. También tenemos el uniforme del último abanderado olímpico, Lucas Eguibar,. Es de este invierno. Nos lo cedió Joma y nos lo firmó él.
—Tenéis el maillot de Chris Froome. ¿Lo habrías quitado si le hubiesen sancionado por su positivo por salbutamol en la Vuelta de 2017?Por supuesto. El Museo del Deporte sólo visualiza a quien gana sin hacer trampas. —También está representado el colectivo arbitral: Pierluigi Collina, Carlos Velasco Carballo, Undiano Mallenco, Rafa Guerrero... Rafa Guerrero es una figura mediática. Se quedó encantado cuando fuimos a su León, nos cedió material, no deja de promocionarnos...
Material donado por el exlinier Rafa Guerrero. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—Los textos son cortitos, con datos imprescindibles y otros más anecdóticos. El deporte es mucha estadística, especialmente en el mundo sajón. Para contar su historia tienes que manejar datos. Con los textos explicamos la importancia del objeto, cómo se consiguió, dónde se ha firmado...—Disponéis de algunos vídeos de la Champions; el paso de Fernando Martín por la NBA y el homenaje de Rudy en el concurso de mates de la Liga estadounidense; algunos momentos clave de Rafa Nadal... Queda mucho por avanzar. Televisión Española no nos los ha puesto fácil. Son instituciones muy politizadas. Cuando tenga sede fija en Madrid y se convierta en el gran museo nacional del deporte tendrá una evolución más digital e interactiva. El museo de la FIFA, en Zúrich (Suiza), es fantástico y puedes acceder a casi cualquier gol de los mundiales. Son los propietarios de los derechos audiovisuales, claro. Otro museo que me encantó es el de la Federación Inglesa, en el centro de Manchester.
Una parte de la zona dedicada a Pau Gasol. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿El diario Marca os ayuda?Sí. Nos ha facilitado material gráfico e infografías. Incluso nos hizo una portada especial...
—¿Tienes algún ídolo deportivo?Por paisanaje y generación, Miguel Indurain. Veníamos del Reynols de Perico Delgado y apareció aquel tío de casi 1,90 metros... Se decía que los altos no podían subir montañas e Indurain se escapó con Chiappucci, Bugno... Se exhibía en la contrarreloj. Humilde, modesto, campeón... No hay deportista española que tenga más medallas paralímpicas que la nadadora Teresa Perales, ejemplar y con un hambre infinita. ¿Y qué me dices de Lydia Valentín? Ha disputado tres Juegos Olímpicos. He perdido la cuenta de cuántos oros tiene porque eliminaron por dopaje a algunas de sus rivales. Valentín reclama la feminidad de una disciplina tan dura como la halterofilia. Es imposible no admirar a María Vasco o Ruth Beitia. Son referentes.
Recuerdos de Teresa Perales. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—En baloncesto femenino Godella, Ros Casares y Perfumerías Avenida han ganado la máxima competición continental. Hay material para ampliar el museo. Queremos que el deporte femenino esté más representado en el Museo del Deporte y lo lograremos. Por suerte, cada vez se visualiza más, el público lo sigue más, las marcas invierten en él...
¿La dedicatoria más original del Museo del Deporte? Su autora, la karateca Sandra Sánchez, Premio Nacional de Deporte 2017. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
—¿Cómo crees que habrías reaccionado de pequeño si hubieses visitado esta exposición? En mi época no teníamos vestuarios en el colegio para hacer educación física: nos hacían dar cuatro vueltas al patio, nos cambiábamos, pero no había ni duchas. Ahora, por suerte, la sociedad ha detectado los valores que transmite el deporte, que evita enfermedades, peleas, vicios... —Aunque no pasa siempre, las leyendas pueden ser modelos de conducta. Es fundamental que se visualicen sus historias de superación. Hay deportistas que han nacido para ganar, aunque no lo han hecho. El talento no es suficiente. A ese Alfonso pequeñajo y a las criaturas en general les invitaría a visitarnos para que tengan más contexto de qué es el deporte. ¡Ojalá les incite a practicarlo!