Tras recorrer todos estos lugares en el mismo día (Praia de Dona Ana, Forte da Ponta da Bandeira, Ponta da Piedade, Cabo de San Vicente, Praia do Beliche y Fortaleza de Sagres, que se dice pronto), regresamos al hotel para descansar, no sin antes aprovechar para tomar unas fotografías de Praia da Luz, donde estábamos alojados. Sabíamos que llegaríamos justo para la puesta de sol, así que nos dirigimos directamente a la playa y ya después fuimos al hotel. Creo que mereció la pena.
Praia da Luz es muy pequeño y apacible, y su turismo es casi exclusivamente extranjero. Nosotros nos alojábamos a 2 km de la playa, en el Hotel Luzmar Vilas, que recomiendo 100% para todo tipo de público.