Algo Celosa, Reconstruyendo una vida

Por David Navarro

Aunque la cinta no llegue a las pantallas nacionales hasta el próximo 1 de junio, en Francia

disfrutan desde el año pasado de la segunda película de los hermanos Foenkinos (David y
Stéphane), directores aclamados en su país de origen después de La delicadeza (2011),
nominada por los premios César a mejor ópera prima. Protagonizada por Karin Viard, que fue nominada por los mismos premios que su primera cinta como mejor actriz principal, y
acompañada en el reparto por Marie-Julie Baup, Thibault de Montalembert, y Anne Dorval entre otros.
Algo Celosa, Reconstruyendo una vida

La trama nos ubica en Francia, donde una madre divorciada, con una hija de 18 años bailarina de ballet y enamorada de un joven, comienza a sentirse celosa no solo de la felicidad y de la aparente vida perfecta que está desarrollando su hija. Su ex marido, ha encontrado de nuevo una pareja, más joven que ella, y al igual que la hija, está viviendo los mejores momentos de su vida. En este espectro es en el que se mueve Nathalie (Karin Viard), el cual le abre dos posibilidades: tomar las riendas de su vida, y empezar a conocer gente para así poder volver a encontrar la felicidad; o amargar a los demás para convertir su vida en una tan vacía como la suya. Va a optar por las dos vías, pero una le va a dar más resultado que la otra.
Algo Celosa, Reconstruyendo una vida

La película entera no deja de ser una relfexión constante del ser y del espacio que ocupa este en una comunidad, como comportarse con los demás, y como encajar. Queda demostrado que el ser humano es un ser sociable, y es incapaz de vivir a expuertas de la comunidad que le rodea, por eso cuanto te ves desplazada por las dos personas que han supuesto tu vida entera los años anteriores, se te cae el mundo encima y debes tener la capacidad mental para adaptarte a la situación y revertirla. En el caso que nos atañe, Nathalie a parte de sentirse desplazada por su hija, algo típico en la adolescencia el conflicto padre-hijo, entra en juego una especie añoranza de los tiempos pasados, con la aparición además de una nueva profesora en el centro educativo donde ella imparte clases. Es un recuerdo de una ella más joven, con ganas de devorar y de cambiar el mundo, de marcar la diferencia.

Hay un detalle que puede pasar desapercibido, y es el hecho de que para los creadores de la

historia, los términos felicidad y pareja van de la mano. No contemplan la posibilidad de que
Nathalie, o que cualquier hombre y mujer, sean plenamente felices sin la necesidad de tener una pareja. Muestran una visión en la que las personas solteras, parecen expulsadas del Olimpo de la felicidad en la sociedad actual. Si bien es verdad que los problemas de nuestra protagonista no son solo amorosos, también son profesionales, y ese inmovilismo que se ha asentado en su enseñanza, lo que lo ha convertido en algo monótono, carente de sentimiento. Solo demuestra interés por alguna alumna, con la que intenta sustituir el afecto carente por parte de su hija bailarina.

Resulta monótono hablar solo de un personaje, pero todos los cimientos de la cinta recaen sobre los hombros de Viard. Alguna escena destacada nos deja también su amiga Sophie, interpretada por Anne Dorval, pero a cuentagotas. Con la introducción del personaje de la señora mayor, los directores nos quieren transmitir una metáfora de la vida, y lo corta que resulta en el fondo, y que debemos aprovecharla, y vivir y disfrutar de los momentos buenos mientras puedas, y sobre todo, no alejar a las personas que, aunque por fuera no lo parezca, en el fondo te quieren.

Es una película existencialista, por mucho que se la enmascare como comedia, un tanto largo y con demasiadas escenas y metraje. Podría haber ganado más ritmo con una duración inferior sin haber perdido la trama ningún matiz. Puede resultar interesante para personas que se puedan ver reflejadas en esta diatriba, mujeres a las puertas de la cincuentena y de la menopausia, pero para el resto del público puede ser una película un tanto más pesada, que si bien va a ser amena por los momentos de humor negro de Nathalie, ni mucho menos les va a llenar ni la van a recordar para toda la vida.

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##check## Lo bueno

Sin ninguna duda, la actuación de Viard; muy solida, eficiente, y se adapta a la perfección al papel, parece diseñado para ella.
La combinación de escenas parisinas con música nacional de fondo, una fórmula muy efectiva y que siempre funciona en este tipo de cine, aunque es verdad que en esta no en demasía.

##times## Lo malo

El ritmo de la cinta, e incurrir constantemente en técnicas o en clichés demasiado usados ya, podría haber sido más directa, y hubiese sido igual de efectiva.
Ser vendida como una comedia, cuando a pesar de tener momentos de humos, es un debate existencialista sobre la soledad y los problemas de la mujer cuando llega a la edad de 50 años.

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Ambientación 5.5

Ambientes costumbristas y correctos que acompañan sin sorprender.

Desarrollo de Personajes 6.0

Interesante evolución de todos los personajes en general, destacando evidentemente la protagonista, pero también el papel de Anne Dorval.

Argumento / Guión 5.0

Simplón, comedia enmascarada, un tanto lenta y sobrante de metraje, pero atractiva para el público que se pueda identificar con Viard..

Banda Sonora 6.0

El cine francés tiene el gran comodín de poder utilizar su música como chaleco salvavidas si en algún momento la película flojea, y en esta ocasión no es distinto.