Resulta que tenía que darme de alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) y no sabía muy bien de qué iba el asunto, así que decidí meterme en la página de Hacienda de la web del Ayuntamiento de Madrid.
Cuál fue mi sorpresa cuando vi que se podía solicitar cita previa a través de Internet, cita para el día siguiente, a la hora que quisiera, es decir, a gusto del consumidor. Algo está cambiando en la Administración Pública, pensé.
Al llegar hoy a la oficina, me atienden en apenas cinco minutos. “Esto no puede ser verdad”, pensé, ¡qué eficacia! Y realmente no era verdad. La señora-funcionaria que me atiende me dice: “Para eso tienes que ir a la Agencia Tributaria”, aquí sólo nos encargamos de los pagos del IAE…
¡Vaya! Se me había olvidado. A nuestro querido alcalde Gallardón no le interesa resolver los problemas de los ciudadanos, sólo recaudar… aunque podía ser algo más disimulado.
Total, que para aprovechar el madrugón, cojo el Metro y me presento en la Delegación Central de Hacienda, en Guzmán el Bueno, temeroso de que estuviera hasta los topes al haberse iniciado ahora el plazo para presentar el borrador de la Declaración de la Renta.
Sin embargo, enseguida me atienden en una oficina, me envían a comprar el impreso correspondiente y de ahí a ventanilla. En cinco minutos una señora muy amable me atiende, me rellena el formulario (yo no tenía ni idea de cómo hacerlo), y poco después ya estoy fuera, con mi impreso cumplimentado.
La verdad es que a uno le sorprende mucho esta eficiencia del Estado. Lástima que, hasta la fecha, esta eficacia y este buen uso de las Nuevas Tecnologías sólo se dé en lo relativo a pagar impuestos y multas y a renovar el DNI… Ahora sólo falta que lo apliquen a otras cosas que a ellos no les deja dinero pero a nosotros nos soluciona la vida, como becas, INEM y todo aquello que significa largas colas y mareos de ventanilla en ventanilla.
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