A casi 1.500 años luz se encuentra KIC 8462852. Una estrella parecida a nuestro Sol. Estudiándola, los científicos se han topado con algo bastante inusual.
Entre los muchos métodos de búsqueda de exoplanetas, existe uno llamado "Método de Tránsito", que consiste en observar una estrella durante mucho tiempo y registrar la variación de luminosidad. Esto permite, a los investigadores detectar si hay cuerpos en tránsito reduciendo la luminosidad de la estrella ya que si un planeta pasa frente al disco de una estrella bloquea parte de la luz que el observador normalmente recibiría.
Durante más de cuatro años, el Kepler ha estado observando a KIC 8462852 en la búsqueda de nuevos exoplanetas para estudiarlos usando este método, y analizando la curva de luz de la estrella han descubierto algo bastante inusual: La luminosidad de la estrella se reduce en un 20%, pero los mínimos no ocurren en intervalos regulares como se esperaría, si no que duran entre cinco y ochenta días.
Hay muchas especulaciones al respecto. Los investigadores indican que este comportamiento es evidencia de que existe un disco de escombros que rodea la estrella. Lo interesante aquí es que la KIC 8462852 es una estrella adulta, y su disco protoplanetario debió haberse dispersado hace ya bastante tiempo.
Para este comportamiento han desarrollado muchas hipótesis, algunas más interesantes que otras. Por ejemplo, algunos científicos creen que hubo una colisión enorme en este sistema y se haya expulsado una cantidad bastante considerable de escombros y polvo, lo que podría estar ocasionando estas fluctuaciones, pero esta hipótesis fue descartada pues, analizando los datos del telescopio infrarrojo WISE, no se han detectado variaciones en las emisiones en el espectro infrarrojo, que sería lo esperado si un evento con estas características hubiese ocurrido.
Otra posible causa, dicen los investigadores, es una nube de cometas que haya sido empujada dentro del sistema por otra estrella en tránsito. Si esto ocurriese, podría explicarse lo irregular de las variaciones en la luminosidad de la KIC 8462852.
Sin embargo, existe otra hipótesis, que los mismos investigadores han dejado para el final pues dicen que debería ser la última opción a considerar: Podríamos estar ante estructuras extraterrestres. Sus escombros o posiblemente, una esfera de Dyson a medio hacer. La idea es que, si una civilización es lo suficientemente avanzada, esta requeriría de una gran cantidad de energía y quizás obtuviesen el nivel tecnológico suficiente para aprovechar la energía de la estrella, usando paneles alrededor de la misma.
Una esfera de Dyson es una megaestructura hipotética propuesta en 1960 por el físico Freeman Dyson. Es básicamente una cubierta esférica de talla astronómica alrededor de una estrella, la cual permitiría a una civilización avanzada aprovechar al máximo la energía lumínica y térmica del astro. Claro que esto se puede lograr de varias formas. Por ejemplo, un enjambre de satélites rodeando la estrella.
Claro que, de todas las hipótesis, esta última es la más improbable. Según los científicos, la más prometedora es la de la nube de cometas, sin embargo, y para no descartar, el equipo que realizó el descubrimiento, estará pasando una temporada en el Green Bank Telescope en Virginia en busca de frecuencias de radio moduladas que puedan indicar la presencia de formas de vida inteligente.
Si el equipo detectase algo interesante, se moverían a Nuevo México, en donde se encuentra el Very Large Array Telescope, que podrá indicar si la señal proviene de la estrella o de sus alrededores.
Claro que SETI lleva muchísimos años en este plan y aún no se descubre nada. Algunos piensan que si existe vida inteligente fuera de nuestro planeta, su tecnología no necesariamente es compatible con la nuestra y por esto es que no los hemos detectado aun.
Puedes revisar el Paper publicado por los investigadores aquí
Fuente: Popular Science