Pasa que está en venta.. o mejor dicho, a estas alturas ya se habrá vendido por la friolera de ¡4 millones de dólares!. Hablamos de la casa de Cameron Díaz, en Manhattan. Un piso de soltera de 130m2 con 2 dormitorios y 2 cuartos de baño, con un estilo muy personal, americano y sobre todo, dorado. Aunque el minimalismo sigue estando en boga (y con tanto blog de estilo nórdico, creo que seguirá siendo así por muchos, muchos años), hay una corriente que gana terreno y que se empeña en conseguir que nuestras casas brillen con luz propia, que respiren glamour colocando una lámpara de araña incluso en la zona de lavado. Se trata del estilo Hollywood Regency renovado. Son espacios sofisticados, casi arrogantes y muy personales, que beben de estilos como el art deco, neoclásico, chinoiserie, modernista… sin que por ello la mezcla parezca un revoltijo.
Ahora… este estilo no es para cualquiera, así que si no te gusta el drama, el color intenso y contrastado, los papeles pintados con figuras geométricas, la excentricidad, los muchos, muchísimos espejos, los tejidos opulentos como el terciopelo o la seda y los muebles lacados, no sigas mirando… va a ser que no es para ti. Aunque… mirándolo por otro lado, puede que te inspires un poco en como este estilo maneja el mármol, los metales preciosos, los papeles pintados y todo lo que pueda aportarnos sofisticación, porque sin duda, serán tendencia en 2016.
Actualmente, Kelly Wearstler, prestigiosa decoradora americana es la que mejor representa esta corriente (bueno, sin olvidarnos del irreverente Jonathan Adler, aunque a su lado, Kelly sería minimalista). Según Cameron, “Kelly es la mejor cuando se trata de hacer mezclas llamativas“. Tal vez porque su lista de clientes-estrellas-de-Hollywood es tan larga, que sabe exactamente lo que buscan, y como lograrlo.
Una de las premisas que tenía para decorar el apartamento de Cameron Díaz, antes con paredes blancas, era que debía introducir color y acabados brillantes. Dicho y hecho: el espacio se llenó de cobre, plata, oro rosa, malaquita, mármol, espejos, techos dorados, color … en fin, de elegancia impecable y refinada – “sexy, sin ser ostentosa”, según la diseñadora.
EL SALON: El papel de la pared en color rosa suave es De Gournay (magníficas colecciones, merece la pena verlo). La lámpara de techo es de Murano, la alfombra de Mansour Modern. Cojines geométricos, mesa de mármol y patas doradas de los taburetes vintage son tendencia este año. Los objetos decorativos son exclusivos e importantes en tamaño, pero no en cantidad, ya que se trata de un estilo basado en el carisma de los objetos, no en la abundancia de ellos. EL SALÓN: En frente del sofá se sitúa esta preciosa chimenea en negro con el tiro forrado de espejo rosado – algo que este estilo usa con mucha profusión. De hecho, la cuestión no es si habrá un espejo, sino ¡cuantos!. La lámpara sobre la cómoda es el modelo NUN de Pierre Chareau diseñado en 1924. El cuadro es de Hunt Slonem. EL COMEDOR: En el lateral del salón, un comedor rico en texturas ocupa un espacio que se multiplica gracias al espejo panelado -el mismo que forra la chimenea- y que no impide – al igual que se hizo en la chimenea- que se coloquen 2 cuadros de Fabrice Penaux. Así el espejo solo sirve para ampliar visualmente el espacio y refractar la luz, pero no como punto focal (rarito es el que quiere verse en un espejo mientras come). Aunque la mesa es contundente (demasiado para mi gusto), el sofá y los sillones de Vladimir Kagan resuelven bien el espacio, sin dar la sensación del típico comedor. LA ENTRADA: El efecto texturizado de las puertas pintadas en negro con los manillares chinoiserie resulta impactante. Los vanos de acceso al salón/comedor y a la cocina sin puertas permiten el espacio necesario para colocar el comedor. LA COCINA: El color esmeralda de los armarios es todo un acierto ya que contrastado con el color negro del suelo resulta dramático, mientras que el tono dorado de la encimera y antepecho añaden luz: ¡eso si es Hollywood! La cocina propiamente dicha es la clásica americana de la firma Viking (está a la izquierda en la segunda foto aunque se ve poco) DORMITORIO PRINCIPAL: Dorado y gris = sofisticación y tranquilidad = buen reposo. Como en USA no hay persianas, tiene un doble estor: ligero durante el día (en la foto) y opaco durante la noche (al bajar el segundo estor con foscurit). Mueble lacado en negro, con tintes orientales, otra de las constantes de este estilo. La butaca francesa es de mohair de los años 50. Ropa de cama de la firma de lujo Frette y papel pintado de paredes y techo, así como la alfombra, de las mismas firmas que ya señalé en el salón. BAÑO PRINCIPAL: El mueble bajolavabo es una preciosidad -no se si Cameron recordará qué ha puesto en cada cajón-. Aunque tiene iluminación natural, los destellos se multiplican por las baldosas de Ann Sacks metalizadas, y por todos los detalles dorados como son los pomos, los marcos de los espejos y el marco de la ducha. El lavabo es de Waterworks, también dorado, ¡claro!. HABITACIÓN DE INVITADOS: Sigue la misma línea que el dormitorio principal. En este caso la combinación es dorado y beige, con una alfombra de seda de The Rug Company. El dosel parece metálico y el taburete vintage es de mármol. Repite el recurso de colocar espejos sobre las mesillas al igual que hizo en el dormitorio principal. BAÑO DE INVITADOS: Impresiona como un espacio tan pequeño puede resultar igual de suntuoso que un palacio. El papel felino chic de la pared revitaliza el espacio. La ducha se ha hecho a medida y el lavabo es de Bates and Battes.¿y tú?, si te toca el euromillón… ¿la comprarías?