El post de hoy no tiene nada que ver con la moda infantil pero os lo tengo que contar porque son de esas cosas que si no se cuentan, no tienen gracia. La Mary del título soy yo.
Veréis, hace un par de semanas leí un tuit de Charo Izquierdo, actual directora de la revista GRAZIA, en el que decía que ella ya tenía su vela Zinzin. Me picó la curiosidad y vi que ZINZIN es una marca que fabrica velas de lujo. Es decir, que no son las más baratas del mundo pero que, por lo menos en cuanto a la presentación, por lo que pude ver en la web, son preciosas.
Ahí quedó la cosa hasta que, hace unos días, veo que mi querida Marián Camino también habla de las velas Zinzin. Entonces pienso, “lógico, es un producto exclusivo y se lo habrán enviado a Marián que es muy “in”, muy “chic” y muy todo.
Pues no quedó ahí el asunto de las velas. No sé si fue ayer o hace un par de días veo que Cayetana Vela, bloguera especializada en lujo, y la gran y, por cierto, simpatiquísima
Fiona Ferrer también hablan de las velas Zinzin en su blog de Hola.
Ahí ya me queda claro que las velas son para gente “in”, “chic”, “VIP”, “fashion” y más cosas que ahora no se me ocurren. Me quedo con la curiosidad pero entiendo que, al igual que no visto de Dior, mi casa no olerá a Zinzin. Yo soy de otro mundo.
Bueno, pues no os contaría todo esto sino fuera porque ayer llegó un paquete a casa y, ¿sabéis que tenía? ¡Una vela Zinzin! Casi me da un patatús. Me puse tan nerviosa que casi se me cae el paquete de las manos mientras iba en busca de los tacones para abrirlo porque, digo yo, un paquete de estos no se abrirá en zapatillas, ¿no?
Mirad, yo no entiendo de lujo y no sé en qué se diferencia una vela de lujo de otra que no lo es pero os puedo asegurar -me da pena no poder enviar aromas por Internet- que la vela huele de maravilla y eso sin encender – no la he encendido ni lo pienso hacer porque no quiero que se consuma-. No sé como explicaros pero ha sido abrir la caja y ha salido todo el aroma de golpe… una gozada.
Pero todo tiene sus peros. Ahora, pasados los nervios y la euforia, ando como loca buscando el sitio adecuado para lucirla en casa. Me está costando, mucho me temo que es mucha vela para tan poca casa. No sé, creo que voy a tener que buscar una casa en La Moraleja, La Finca… Algo se me ocurrirá.
Y nada más por hoy. Me han invitado al shootting de uno de los catálogos de moda infantil más esperados cada temporada y me voy corriendo.