Es más común de lo que se piensa presentar ciertos temores/distractores al momento de meditar, y en su mayoría son involuntarios. Por ejemplo: uno de mis temores era que al meditar sentía que estaba siendo devorado por la tierra.
Un gran amigo me recomendó que para superar este u otros temores hay que invocar la presencia de nuestro animal de poder y además, solicitar su apoyo para sanar nuestros campos de energía que se encuentren bloqueados.
Es importante señalar que el chamanismo no se reduce (o no tiene porque reducirse) en los tambores y la psicodelia de imágenes de sucesos y animales sucumbiendo la mentalidad de la persona.
Sin embargo, gran parte de la labor consistirá en aprender a dejar ese estado de conciencia normal para pasar a un estado "alterado": es decir, en la capacidad de realizar viajes a otros reinos de existencia.