La jornada se abre con la prueba del algodón para Italia. La vigente campeona se juega el pase a octavos ante Eslovaquia. La situación parece favorable a los transalpinos, pero el fútbol -o, mejor dicho, la falta de él- no les avala. La Azzurra suma dos empates ante dos rivales no precisamente temibles -Paraguay es dura, sí, pero no es Argentina, y Nueva Zelanda es un caramelo-, por lo que no sería de extrañar que, después de múltiples carambolas, una nueva igualada les pusiera en octavos. Ése sería el momento de ponerse a temblar. Si hay un equipo al que lo que no le mata le hace más fuerte, ése es el de la Bota.
Con todo, la primera plaza parece adjudicada a los paraguayos, que dependen de sí mismos y deberían dar buena cuenta de los tiernos kiwis.
Si en el grupo F pueden pasar los cuatro, en el E las opciones se reducen a dos: Dinamarca o Japón. Holanda fue el primer equipo del Mundial en colarse a octavos y Camerún el primero en hacer las maletas. Los Leones Indomables son, junto con Francia -aunque unos cuantos cuerpos por debajo-, el bluff del Mundial. Mientras daneses y nipones se juegan el pase, quizá tengamos ocasión de debutar a Arjen Robben en el partido que enfrenta a Holanda con el equipo de Samuel Eto’o.
Compartir: