@DOC022 @doctorcasado no, estamos para trabajar y callar
— Rafael Bravo (@rafabravo) November 29, 2013
La historia clínica electrónica es una herramienta de capital importancia en la asistencia sanitaria. Toda la vida se ha usado el formato de papel, donde el facultativo escribía sus exploraciones, anamnesis, evolutivos y conclusiones. Era un instrumento de registro y reflexión que ayudaba a los clínicos a formular una historia personal del paciente que tenían delante centrada en los aspectos clínicos, de ahí su nombre. Al introducir ordenadores empiezan los cambios. El formato electrónico es muy potente y adecuado para tareas administrativas por ejemplo pero puede introducir distracciones, deriva cognitiva, falta de contacto visual entre el médico y el paciente, disminución del registro de lo que verdaderamente le pasa al paciente, agobio del profesional, "registritis" (exceso de registros en protocolos y múltiples casillas...) y un sin fin de problemas.
Lo lógico tras introducir un cambio tan colosal como este, con una herramienta mucho más potente que los tradicionales fonendoscopios, sería evaluarlo y establecer un proceso de mejora continua. Pues va a ser que no. Las historias clínicas no gozan de un proceso de evaluación. Siguen estando custodiadas por sus inventores: los informáticos. Siguen dejando a los clínicos al margen.
El día 20 de este mes Rafael Cubí vendrá a la Organización Médica Colegial de Madrid a hablar de la historia clínica electrónica de Cataluña. Un sistema liderado por los clínicos y centrado en el paciente. Un sistema con un importante módulo de seguridad y una arquitectura de participación que conecta médicos de familia, enfermeras de primaria, hospitales, urgencias... En la anterior visita del dr. Cubí, la Consejería de Sanidad no pudo atenderle. Espero que esta vez manden a alguien a la OMC (háganme caso, este contacto les interesa).