¿Han interpretado mal alguna de tus publicaciones en Facebook? ¡Seguro que sí!
Las publicaciones que cada persona hace en una red como Facebook, están cargadas de aspectos emocionales e intelectuales que varían desde la perspectiva hasta el estado ánimo de cada individuo.
De modo que las percepciones e interpretaciones que algunas personas hacen en su entorno de comunicación en redes sociales están sujetas a aspectos totalmente subjetivos; es decir, dichas interpretaciones son siempre erradas.
No obstante, existen personas que se sienten como el centro del universo y que piensan que cada publicación está dedicada a ellos, yo tengo una definición para estos usuarios:
Interpretadores de publicaciones en Facebook:
Personas generalmente inseguras y con posibles problemas de paranoia, que sin ningún motivo argumentado, otorgan un doble sentido a lo que otras personas publican en sus muros de Facebook creyendo firmemente que se están refiriendo única y exclusivamente a ellas.
Dicha condición patológica se acentúa cuando el contenido textual de la publicación va acompañada de una frase, imagen o canción que puede también interpretarse de forma subjetiva haciendo que dicha persona se sienta doblemente aludida.
Pongamos un ejemplo:
Digamos que llevaba días durmiendo mal por un problema de salud y que debido a eso estaba de mal humor. Así que me voy a un cine con unos amigos y empiezo a pasarla genial viendo la película. De pronto escucho una canción en inglés de la que me gusta el ritmo y la música, pero no consigo entender del todo la letra. Por lo que saco mi smartphone y haciendo uso de Shazam la identifico, e inmediatamente la busco en YouTube para luego colgarla en Facebook con una frase como:
“Pasándola bien en el cine y sintiéndome vivo… ¡Por fin!”
Pero resulta que parte de la letra de la canción (que no he tenido tiempo de leer ni de memorizar) es esta:
“The other night you wouldn’t believe the dream I just had about you and me
I called you up but we’d both agree
It’s for the best you didn’t listen
It’s for the best we get our distance… Oh…”
¡Bien!, pues empiezan las interpretaciones. Habrá quien piense, “esa canción va dirigida a mí, porque hemos puesto distancia entre nosotros”… Alguna otra persona que haya ido conmigo al cine en el pasado pensará: “Es conmigo, pues nunca la pasó tan bien cuando fuimos juntos al cine”… Otra persona podría pensar: “¿Cómo es eso de que se siente vivo?, entonces cuando está conmigo cómo se siente ¿muerto?” …y así siguen las interpretaciones de todo tipo.
Pues es así, hay gente que va por las redes sociales interpretando todo desde un egocéntrico punto de vista y basándose en su propio estado de ánimo o situación sentimental. Algunos tendrán la osadía de increparte directamente por mensaje privado pidiéndote explicaciones, en lugar de preguntar si el mensaje va dirigido a ellos. Otros te dejarán de dirigir la palabra porque están convencidos que lo has escrito para ellos, y como estas, un montón de interpretaciones tontas y subjetivas.
Este hecho deja al descubierto otro concepto que he podido identificar y que denomino:
Déficit Emocional 2.0:
Condición emocional a la que nos somete la tecnología cuando nos comunicamos a través de redes sociales y que se ha convertido en la causa de muchos desencuentros derivados de la confusión de lectura entre el significante y el significado de los mensajes en Red.
El déficit se produce debido a que los emisores y receptores se encuentran en niveles emocionales diferentes, y terminan cayendo en situaciones de interpretación subjetiva que luego pueden resultar en enfrentamientos.
Conclusión: En el fondo, los riesgos de todos los desencuentros y malos entendidos que se puedan generar en redes sociales no se generan desde las plataformas, sino que los creamos nosotros mismos. Sabiendo que las redes sociales no han hecho más que expandirse, se hace necesario aprender a interpretar de la manera más objetiva posible lo que nos llega desde ellas.
“El hombre debería decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice.” – Oscar Wilde