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'Alguien Tenía Que Decirlo' pero, ¿teníais que ser vosotros?

Publicado el 16 noviembre 2012 por Lapalomitamecanica
Rovira y sus chicos consiguen convertir el recuerdo de SLQH en humor "inteligente"
'Alguien Tenía Que Decirlo' pero, ¿teníais que ser vosotros?
Que Sé lo que hicisteis… marcó un antes y un después en La Sexta es un dato incuestionable, siendo incluso el buque insignia de la cadena durante sus primeros años de emisión (un honor que recae ahora en El Intermedio). Ahora bien, todos recordamos cómo aquella sentencia a favor de Mediaset que prohibía el uso de sus imágenes supuso la espada de Damocles para el programa, que perdía así su filón de oro y veía como se iba desinflando paulatinamente. Y es que una vez que SLQH tuvo que cerrar el chiringuito, La Sexta no supo suplir ese enorme hueco de las sobremesas que tantos quebraderos les ha traído a los directivos de la cadena. Ahora nuevamente lo intentan con Alguien Tenía Que Decirlo, un nuevo espacio que vuelve a enfocar el mundo rosa siempre desde la perspectiva más cómica, dejándolo todo en manos del trío protagonista: Dani Rovira, David Broncano y Txabi Franquesa. Y mira que Ángel Martín era pequeño, pero entre los tres no acumulan ni un ápice de su chispa. Si hacemos memoria, éste no es el primer amago que la cadena ha llevado a cabo por llenar el vacío que la atractiva Patricia Conde y el talentoso Ángel Martín -sensacional en Solocomedia- dejaron en nuestros corazones, ya que pudimos asistir a tímidos intentos con propuestas tan variopintas como la España Directo de la desmantelada TVE o con la atractiva Nuria Roca y su soporífera versión de Quién quiere ser millonario, sin olvidar el comodín de La Sexta, que no es otro que la inefable Navy
'Alguien Tenía Que Decirlo' pero, ¿teníais que ser vosotros?
Con Alguien Tenía Que Decirlo volvemos, en teoría, al humor, y qué mejor forma de hacer comedia que a través del mundo del corazón que tan a huevo lo pone a diario. Una premisa que, aparentemente, nos trae irremediablemente a la memoria el programa de Ángel y compañía. No obstante, nos encontramos con algo relativamente distinto, ya que el nuevo espacio del monologista Dani Rovira no llega a burlarse de manera tan directa del mundo del corazón, sino que se dedica, más bien, a sacar punta a unas exclusivas como si estuviesen en su propio salón, de ahí una decoración que nos recuerda al histórico El Informal, con ese ventanal mostrando la calle, intentando recrear el familiarismo que podemos encontrar en la barra de un bar hablando de fútbol, sólo que en esta ocasión, lo hacemos de la Pantoja, La Marujita, la Duquesa y demás personajillos.
Sin embargo, que el formato dé otro giro de tuerca al género rosa no es una mala noticia. De hecho, es de agradecer que hayan corrido riesgos. A pesar de ello, el resultado de Alguien Tenía Que Decirlo es aún más pésimo que el del difunto No le digas a mamá que trabajo en la Tele, capitaneado por el desaprovechado Goyo Jiménez. No es que sea un gran admirador de Dani Rovira como monologuista (una vez te enganchas a Ricky Gervais y Louie C. K., el resto te deja indiferente), pero desde luego, como presentador del nuevo espacio de la cadena del gran Chicote tiene menos sangre en las venas y está más desubicado que Kristen Stewart a la luz del día. Por no hablar del resto de la comparsa, que tiene más poca gracia que la filmografía entera de Will Ferrel (a excepción de Zoolander, claro). Por supuesto, no podía faltar una de esas reporteras buenorras -las cuales últimamente parecen fabricadas en serie (Simón, Pedroche,…)-, sólo que en esta ocasión el atractivo de la moza es inversamente proporcional a su chispa detrás de las cámaras. Porque Pilar Rubio sólo hay una (ahora, tras su fichaje por Mediaset, creo que incluso ninguna).
'Alguien Tenía Que Decirlo' pero, ¿teníais que ser vosotros?
En conclusión, Alguien Tenía Que Decirlo se reduce únicamente a un grupo de colegas con mayor o menor gracia comentando noticias del corazón y haciendo coñas con tan poco ingenio como la parrilla entera de Telecinco sobre la paternidad de Paquirrín o el peinado de Justin Bieber. Algo así como ese amigo pesado que sólo encaja los chistes fáciles y encima es él el que más se ríe. A pesar de que Alguien Tenía Que Decirlo ha conseguido unos datos aceptables en su estreno, su futuro se augura poco prometedor, por lo que a Dani Rovira y a sus chicos, cuya gracia parece solamente relucir detrás de un muro de ladrillo y un micrófono, más les valdría no ir deshaciendo la maleta todavía.

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