A veces me da mucha pena decirlo ya que pareciera, que te he dado un hechizo.
Pero lee lo que te escribo para que rompas éste moderno sacrificio.
Prefieres trasnochar, sin tu salud cuidar; ya no hablas con amigos. ¿Qué está pasando contigo?
Si supieras lo que has perdido, por estar pegado a mí, considerarías las cosas para que me alejara un poco de ti.
24 horas tiene el día, y pocas horas pasas con tu familia; te encanta estar mirandome, y cuando te llama alguien ni siquiera respondes.
Yo se que me necesitas porque también consigues beneficios, pero piensa bien las cosas, tus seres queridos son el mejor vicio.
Recuerdo el día que diste mucho dinero por mí, obviamente me sentí feliz; pero al llegar a tu casa…
… Siempre te interrumpí.
Una cena, un abrazo, una caricia, hasta un apasionado beso.
Tus hijos te reclaman porque ya no quieres ni jugar, ¿Acaso yo en la vejez es que te voy a cuidar?
Te demoras en hacer la comida, lavar los platos, tender la cama, cuidar mascotas, salir de compras; porque escudriñarme todo el día es algo que ni te estorba.
Cuando me llevas a reuniones no quieres dejarme en paz, a cada rato me usas y atención no quieres prestar.
Cuando vas a un lugar especial, a donde la comida de tu cuerpo vas a sacar, no quieres despegarte, por el afán de chismear.
Muchos son los que también me idolatran, que ya ni de sus temas religiosos hablan, porque hasta se han alejado de quien los hizo, ¡ay ay! Es muy triste lo que les digo.
Algún día tendrás que reflexionar, a mí no me vayas a culpar, debiste pensar muy bien para qué me ibas a usar
Que tristeza que tú siendo un ser racional, vivas tan entretenido, que hasta la vida te pueda costar.
Atte. El celular