Existe una especie de amor “peliculero”, que se mezcla con la vida real, y que por supuesto, está excesivamente valorado. Es como el marisco en Navidad, que sin saber cuál es el motivo, triplica su precio.
Existe una manera de ser generoso de verdad, aquella que consiste en dar algo que nos hace falta, pero así y todo, somos capaces de desprendernos de ello, porque hay alguien que lo necesita más que nosotros.
También existen muchas cosas más, pero lo dejaremos para otro día…
Fran Laviada