Así como una de las palabras que más relacionamos con Vietnam es motos; uno de los sabores que más disfrutamos fue la salsa de pescado; y uno de los colores que más quedó grabado en mis retinas fue el amarillo de Hoian o el verde de las terrazas de cultivo de Sapa; el objeto que más identifica a este país asiático es el Nón Lá, que no es ni más ni menos que el típico sombrero cónico que utilizan los vietnamitas.
Si bien el Nón La es característico de Vietnam y se asocia a su cultura, también se utiliza en otros países, como Camboya o China.
En la actualidad, el uso de este sombrero cónico se puede observar en los espacios rurales y en algunos pueblos o localidades pequeñas, ya que no es tan común verlo en las grandes ciudades, como Ho Chi Min o Hanoi, salvo en las zonas más turísticas y en algunos vendedores ambulantes.
La forma cónica tiene la función de proteger a las personas de la lluvia y del sol, ya que además de que el sol “está fuerte” y en determinadas horas es “peligroso” estar expuesto a sus rayos, en gran parte de Asia el ideal de belleza se asocia a la piel blanca: cuanto más blanca, más bella. Esta es una de las razones por las que se pueden adquirir cremas blanqueadoras en casi todos los comercios de perfumería y cosmética. En las ciudades, el paraguas es el que cumple la misma función: proteger de la lluvia y del sol. Creo que el estar “quemado” es uno de los pocos estereotipos que no lograron triunfar del todo en estos países.
Además, la forma cónica sirve como cesto para guardar en su interior frutas o verduras o transportar otros productos.
El Ao dai
Acompañando al sombrero cónico como símbolo de Vietnam se encuentra el traje típico vietnamita, llamado Ao dai, que está formado por dos partes. La parte inferior es un pantalón, más ajustado en la cintura y más suelto en las piernas, de tela liviana y fresca. La parte superior es como una “camisola” ajustada que cubre todo el cuerpo, desde el cuello hasta las rodillas, pero con los laterales abiertos desde la cintura hasta las rodillas. En general, ambas partes son de seda. Si bien no todas las mujeres visten este traje, es común verlo en fiestas, algunos restaurantes y hoteles.
La moda de los cascos y los barbijos
Como habrán notado, en casi todos los post que escribí sobre Vietnam no puedo dejar de hablar de las motos. En este caso, no vamos a repetir la gran cantidad de motos que cubren los caminos de este país (aunque lo acabo de hacer…) y nos vamos a centrar en los negocios y la moda colateral que esta “explosión motora” generó. Una de las cosas que más nos llamó la atención fue la moda de los cascos y los barbijos.
Muchas motos + obligación de usar casco + mucha contaminación = necesidad de usar barbijos y cascos. La moto se convirtió en un elemento fundamental en la vida de la mayoría de los vietnamitas, por eso en las ciudades y pueblos se acompañó por la moda del casco y el barbijo. Así es como, sobre todo las mujeres, combinan los colores del casco con los del barbijo o las telas del barbijo con las de sus prendas de vestir.
La mezcla entre lo público y lo privado
En nuestros países consideramos que las veredas son espacios públicos en los que uno tiene que ejercer su derecho de acción sin perjudicar al otro. En general, las utilizamos para desplazarnos y, a lo sumo, podemos encontrar algún puesto de venta callejero o algunas mesas y sillas que pertenecen a un bar o restaurante. Pero en muchas veredas de Vietnam y otros países asiáticos ésta premisa no se cumple y es una de las cosas que más llama la atención entre los viajeros, por lo menos fue tema de conversación con varios de ellos en el camino. Las veredas son lugares públicos que cada uno transforma en privados: se plancha, se cocina, se come, se fuma entre amigos, se descansa, se duerme, se juega a las cartas o a las damas, entre muchas otras actividades.
Si lo analizamos un poco más no habría por qué encontrarle algo malo a esto, ya que es, simplemente, otra costumbre. Lo único que nos complicaba era que pensar en caminar en línea recta sin esquivar autos, motos, bicicletas, señoras preparando comida, hombres sentados en ronda y fumando, mesas y sillas bajitas donde se puede degustar el plato del día, niños corriendo u objetos expuestos esperando ser comprados, era una utopía. Caminar por las calles de las ciudades de algunos países del sudeste asiático no es tarea fácil, pero es la mejor manera de conocer de cerca la cultura y tradiciones de estos lugares.
El regateo vietnamita
Una cosa que van a tener que hacer (y mucho) en Vietnam es regatear… si bien el “arte del regateo” se utiliza en casi todos los países asiáticos, sobre todo en los lugares más frecuentados por viajeros, el caso de Vietnam fue, para nosotros, digno de un estudio. Fue el país en el que teníamos que regatear todo el tiempo y por todo. Esto generó que nuestra paciencia vaya decayendo de a poco. Además, al estar muchas veces en casas de locales por couchsurfing, ya sabíamos el precio de los productos, entonces sabíamos que nos estaban cobrando mucho más de lo que realmente valía…
Estas fueron sólo algunas curiosidades de este increíble país. Los invitamos a leer todos los post de la categoría Vietnam en este link.
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