Sólo unas cuantas direcciones en La Habana. Pocas... ¿Por qué? Pues porque es una ciudad en lo que lo mejor es perderse y dejar que sean las direcciones interesantes las que te encuentren a tí.
También algunas pinceladas gastronómicas. Ya os lo advierto... Cuba no es precisamente un paraíso gourmet. Por motivos obvios la Isla no está en condiciones de ofrecer una vasta variedad de productos ni la imaginación es su fuerte a la hora de prepararlos. De todos modos en los últimos tiempos proliferan restaurantes privados (denominados "paladares") y lo cierto es que algunos empiezan a despuntar y ofrecer "algo más".
Una dirección imperdible es El Floridita. Aquí es dónde nació el Daiquirí (uno de mis cocktails preferidos) y dónde Heminway los disfrutaba como en ningún otro lugar del mundo. Por ello podréis compartir asiento en la barra junto a una estatua en honor al genial escritor estadounidense. Es un local emblemático, lleno de glamour y de historia. (Floridita - C/ Obispo, 557)
Y si hablamos de historia y glamour no dejéis de visitar el hotel Nacional de Cuba. Fundado en 1930, por él han pasado grandes celebridades. Aunque no os alojéis podéis visitar la cafetería de su jardín colgado en una colina frente el Malecón. (Hotel Nacional de Cuba - Calle 21 y O)
En la Plaza Vieja (en mi opinión la más bella de todas su plazas) encontaréis la Factoría, un lugar con mucho encanto que produce y sirve cerveza clara, oscura y negra) Sin duda la mejor cerveza de La Habana, servida muy fría, acompañada por maní calentito y amenizada con música en vivo. (Cervecería Factoría - Plaza Vieja)
Además de los Paladares (debo decir que tuvimos suerte dispar con ellos) nos gustó el restaurante Hanoi., el más antiguo de La Habana, con una decoración retro que yo encontré deliciosa y un surtido de platos de cocina criolla y cocktails muy correcta y a precios más que razonables. (Restaurante Hanoi - C/ Brasil con Bernaza)
Si hablamos de "mojitos" seguramente en lo primero que pensaréis es en la archiconocida Bodeguita del Medio. Desafortunadamente actualmente es sólo un punto de reunión de turistas que pagan un mojito mediocre a precio de oro. Para degustar un buen mojito en un ambiente colonial y tranquilo os recomiendo el San Carlos. Aunque con tristeza tengo que deciros que Cuba no ha sido el lugar donde he bebido los mejores mojitos. En fin... no pasa nada... "no sólo de mojitos vive el hombre". (Hotel del Tejadillo - Bar San Carlos - C/ Tejadillo, nº 12)
Claro... no sólo de mojitos vive el hombre... porque también existe la "piña colada"... ;-)
...el café flambeado con licor de ron con chocolate...
... o una simple cervecita. La que véis en la foto, la Bucanero me pareció correcta. No así la otra cerveza nacional, la Cristal, que horrorizaría a cualquier cervecero que se precie.
Finalmente os pido perdón por la calidad de las fotos. Las de hoy son producto de la prisa y de querer captar el instante, el plato, el rincón del bar o el restaurante con mi móvil... así que son tirando a malillas.
(Photos by Y tan flamenca! Don't use them without permission)